El SNAI se allanó a lo señalado por la defensa del exvicepresidente sobre vulneración de derechos y estado de salud, reconocieron.
Pablo Encalada y Juan Carlos Perea, abogados penalistas, hicieron un análisis al Hábeas Corpus concedido al exvicepresidente Jorge Glas. Aunque ambos mostraron diferentes criterios en cuanto a los motivos para dictaminar a favor del exsegundo mandatario, también resaltaron su acuerdo en que la apelación ya no tiene fundamento
Encalada explicó que un habeas corpus debe ser puesto en conocimiento de un juez de primer nivel, de la provincia donde se encuentra el privado de libertad es decir Cotopaxi, además debe verificar si está sufriendo de tratos crueles y denigrantes, en ese sentido ejemplificó con Nayib Bukele cuyo Gobierno tortura a los detenidos para obtener una confesión.
En el caso de Glas, dijo, la situación no es así, por más que se quiera justificar diciendo que tiene problemas mentales o alguna enfermedad, pues son padecimientos propios de quienes se encuentran en la cárcel, por lo que bajo esa premisa los 40.000 presos deberían ser puestos en libertad.
Perea de su lado, detalló que la audiencia se llevó a cabo en Manglaralto porque la peticionaria desconocía el paradero del exsegundo mandatario luego del último amotinamiento, por lo que, al ella residir en Santa Elena, lo podía resolver cualquier juez multicompetente del sector.
Manifestó que efectivamente Glas no estuvo presente en el proceso que se abrió el viernes, al cual solo llegó el SNAI, cuyo representante certificó que no se conoce dónde se encontraba el exfuncionario: “Entonces se convoca a la Policía y directores de las cárceles, es ahí que Glas se conecta vía zoom”
Indicó que la defensa en ese espacio demuestra con certificados médicos nacionales e internacionales que la salud de Glas está deteriorada e incluso mencionan que él debió salir hace más de un año con beneficios penitenciarios, frente a lo cual, los representantes del Gobierno no se oponen y dan la razón.
Con esa base, Encalada subrayó que aunque el proceso no deja de ser tramposo, el juez no tenía más que conceder el habeas corpus porque el Estado no objetó, razón por la cual un Tribunal Superior que analice la apelación no tendría fundamento para conceder y nuevamente quitar la libertad: “La Corte Provincial bajo el allanamiento a las pretensiones de Glas y el allanamiento de funcionarios de Gobierno no le queda más que ratificar el estado de libertad”.
Perea aseveró que no le corresponde opinar si fue tramposo o no, porque eso cae en un análisis que va a lo ético y meta ético: “Jurídicamente se puede dar y las cartas están dadas”.
Además mencionó que durante la audiencia ni siquiera apelaron verbalmente la decisión del juez luego de que se emitió: “Ellos no dijeron nada entonces no sé qué van a revisar”.