Punto Noticias. Los cuentos de Alice Munro (julio 1931-mayo 2024) encierran una ganzúa, por eso hay que consumirlos (leerlos) con cuidado.
Como los presos de antaño que recibían al interior de un gran pastel una llave improvisada o un arma que le envió su familia y/o cómplices; en la cuentística de Alice Munro, premio Nobel de Literatura 2013 y fallecida hoy, se desliza la posibilidad de un escape de la condición humana.
Ella construía pequeños mundos, generalmente asentados en su Ontario natal, (Canadá) en las que escondía o dejaba a la vista una vía de escape de este jardín de rutinas mal llamado vida.
Y claro, en muchos de sus cuentos, las receptoras de ese mensaje cifrado eran mujeres. Sus protagonistas, al recibir el mandato, se manifestaron al estilo del otro gran maestro del cuento el ruso André Chejov, que pensaba que “si un revólver aparece en la narrativa es absolutamente mandatorio que en la siguiente escena esa arme se dispare”. En esa línea, Munro tomó el testigo y lo entregó a sus héroes y heroínas para transformar la obra y hacerlos avanzar en la ruta donde fluyen los sueños.
Por ese trabajo, la Academia Sueca le entregó el Premio Nobel de Literatura en 2013, el último entregado a una cuentista pura. Así, Munro reivindicó a los cuentistas y a las letras canadienses.
La gloria literaria, en cambio, le fue esquiva a su amiga y paisana Margaret Atwood, cuya obra en cambio se convirtió en un material para series de televisión y películas como la inolvidable “El cuento de la criada”.
Adiós a Alice Munro, que la tierra como sus cuentos, le sean breves.
Algunas obras :
¿Quién te crees que eres)-1978
Las Lunas de Júpiter-1982
Demasiada felicidad-2009.