Si bien se trata de una de las potencias económicas de Europa y su nivel de vida es la envidia de casi todo el planeta, Alemania enfrenta problemas en el reparto de las riquezas.
Economistas de la fundación Heinrich Boell, institución cercana a algunos sindicatos alemanes, pidieron que se combata la injusta distribución de ingresos en el país.
“Durante las últimas tres décadas crecieron las diferencias sociales”, dijo Gustav Horn, el jefe del Instituto para Macroeconomía e Investigación Conjunta de la fundación, quien además alertó que los sucesivos gobiernos no pudieron remediar la desigualdad, pese al crecimiento económico.
La fundación propone abordar tres medidas urgentes: combatir la pobreza, ayudar a la clase media y subir los impuestos a las personas más ricas.
Aseguran que debe garantizarse un salario mínimo más alto y que llegue a toda la población que lo necesite, además de promover que vuelvan a funcionar los convenios colectivos obligatorios y aumenten los subsidios familiares por hijo.
Es decir, que vuelvan a funcionar instrumentos que se habían aplicado en la época de crecimiento de la economía alemana, que ahora dio lugar al crecimiento de los conglomerados multinacionales concentrados.
Los análisis de los economistas de la fundación Boell se basan en un estudio de los datos de ingresos entre 1991 y 2014 y advierten que estas estadísticas demuestran un aumento de los ingresos altos de un 17 %, de los ingresos medianos de un 10 % y que los sectores de ingresos bajos, solo aumentaron sus sueldos un 3 %.