Fueron advertidos de que quienes lleven el brazalete serían amonestados y tendrían sanciones disciplinarias.
Sanciones ilimitadas esa fue la advertencia de la FIFA a las Federaciones de Fútbol que están participando en el Mundial, en el caso de que sus jugadores usen el brazalete multicolor en apoyo al movimiento LGBTI.
Las amenazas no solo eran económicas sino disciplinarias sobre los jugadores, así lo señaló Mark Bullingham, presidente Ejecutivo de la FA en Inglaterra.
«El día del partido (…) Nos pusieron en un escenario en el que, como mínimo, los que llevaran el brazalete serían amonestados y se enfrentarían a sanciones disciplinarias», añadió.
Por esta razón y a modo de rechazo, el día que Inglaterra jugó contra EEUU, el país decidió iluminar el arco de Wembley en Londres a modo de protesta por la decisión de la FIFA.
En varios lugares del país se colocaron afiches donde se indicaba que Qatar prohíbe, entre otras cosas, el alcohol, las citas y la homosexualidad; sin embargo se aclaró que aquello provenía de un movimiento ciudadano que buscaba enseñar a los extranjeros las costumbres locales.
Siete equipos europeos que participan en Mundial manifestaron su desacuerdo con las condiciones de vida de los trabajadores en ese país y contra la intolerancia hacia las personas LGBT. La propuesta, iniciativa de Países Bajos, fue respaldada por Alemania, Bélgica, Dinamarca, Gales, Inglaterra y Suiza.