El juez Gustavo Lleral admitió frente a la familia de Santiago Maldonado que estaba recibiendo muchas presiones para cerrar la causa. Por eso la familia y querellantes apelaron la decisión judicial para que se reabra el caso y se lo considere desaparición forzada en el marco de la represión ilegal de Gendarmería.
“No somos un país de idiotas, somos un país de luchas, yo estuve ahí, señor juez, el cuerpo de Santiago no estaba en el río, no nos quieran hacer creer otra cosa”, expresó la madre de Plaza de Mayo, Nora Cortiñas en su declaración frente a los jueces de la Cámara Federal de Comodoro Rivadavia, la ciudad patagónica donde se resuelve el caso de la muerte del joven activista de derechos originarios, Santiago Maldonado.
Recordemos que el joven participaba de un corte en el que la comunidad mapuche de Cushamen informaba a los vehículos que pasaban sobre la situación en la que estaban viviendo y luego los dejaban continuar su camino. La Gendarmería recibió órdenes directas del delegado de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich para que reprimieran, incluso sin tener una orden judicial para hacerlo.
La comunidad debió huir para evitar los golpes y disparos de los uniformados, atravesando el río Chubut. Maldonado no sabía nadar, así que prefirió guarecerse entre los matorrales. Varios gendarmes dispararon sobre él y la versión oficial es que el joven se ahogó al no querer entregarse, en un río que no pasaba de su cintura y estando rodeado de al menos 6 gendarmes.
“La causa no se debe cerrar, algo tan simple como la reconstrucción de lo que pasó el 1 de agosto nunca se hizo, no se tomó declaración a tres testigos mapuches, nunca ampliaron los puntos de pericias de la autopsia, desligaron a los gendarmes como si fueran inocentes y todo el tiempo los encubrieron desde el gobierno y los jueces, nadie quiere saber la verdad, a la fiscalía no le importó saber qué le pasó a Santiago y dónde estuvo 78 días, sólo archivar el expediente”, explicaba el hermano de la víctima, Sergio Maldonado, al finalizar la audiencia.
El hermano mayor de Santiago también indicó que su madre no pudo ir hasta Comodoro Rivadavia porque se encuentra muy mal de salud, desde que el juez Lleral admitió que era amenazado para que cerrara la investigación del caso.
Desde la querella denunciaron el rol de la fiscalía que se convirtió en una defensa más de la versión oficial de la muerte del joven anarquista. También hicieron notar que el despliegue policial para recibir a los familiares que iban a participar del juicio era un despropósito y que mostraba el nivel de militarización que tiene la provincia de Chubut.
Con información de Adriana Meyer.