El Papa Francisco hizo recomendaciones a Ecuador. Les habría pedido a los sacerdotes que perdonen todo y que frente a las calumnias guarden silencio. Mientras, en Quito, los curas están divididos.
Punto Noticias.- El arzobispo de Quito, Alfredo Espinoza, fue recibido el pasado 19 de octubre, en audiencia privada por el Papa Francisco, en el Vaticano.
Su visita a Roma, acompañado de una comitiva, se da cuando desde el 8 de octubre pasado Radio Pichincha solicitó a la Arquidiócesis que responda sobre casos de presunto abuso sexual cometidos por sacerdotes en contra de menores de edad.
Espinoza, en nombre de los Obispos y del pueblo del Ecuador, agradeció primero el nombramiento como Cardenal del sacerdote Luis Cabrera y de otras designaciones.
El arzobispo de Quito y el padre David de la Torre relataron al Papa Francisco lo vivido en el Congreso Eucarístico Internacional realizado en Quito, en el mes de septiembre.
Por su parte, de la Torre le contó al Santo Padre, la realidad nacional, en relación a la cercanía de las elecciones electorales.
Papa Francisco hace recomendaciones a Ecuador
La Conferencia Episcopal Ecuatoriana (CEE) indicó que el Papa Francisco realizó ciertas recomendaciones y habría pedido a los sacerdotes que “perdonen todo y que frente a las calumnias guarden silencio”.
Aunque no se sabe si esa supuesta solicitud fue por el tema de pederastia clerical. Esto, a pesar de que el Vaticano tiene información sobre presuntos casos registrados en Ecuador y hasta el propio Papa habría pedido perdón -a finales de septiembre en Bélgica- por casos de pederastia clerical.
El pasado 15 de octubre, Espinoza viajó a Roma. Cuatro días después fue recibido por el Papa Francisco, para luego continuar con su agenda en España.
Su periplo concluirá el próximo 27 de octubre. Día en el que el Comité de Derechos Humanos de la ONU empezará su examen al Ecuador por el informe que recibieron sobre supuestos casos de pederastia clerical.
En un chat entre sacerdotes, Espinoza informó sobre sus actividades en el exterior, pero lo que no consta en el escrito de la Conferencia Episcopal es que se reconoce que se iniciará un proceso en Quito ante la división.