Ascienden a 335 las víctimas mortales, según la Organización Nacional de Gestión de Desastres iraní, tras el terremoto de 7,3 grados de magnitud que afectó la región fronteriza norte con Irak.
Al menos 70 mil personas se encuentran sin vivienda y a la espera de ayuda, tras el sismo que fue de los más poderosos del año.
A las víctimas mortales, que la mayoría provienen de Kermanshah, hay que sumarle unos cuatro mil heridos de diferente gravedad.
El sismo se sintió en Israel, Turquía y Kuwait, lo que da cuenta de su potencia. El epicentro fue ubicado a 23,2 kilómetros de profundidad, según el Sistema Geológico de los Estados Unidos.
El gobierno iraní advirtió que la cifra de muertos y heridos no tiene más que crecer a medida que se sigan realizando rescates y la remoción de escombros.
Las autoridades iraquíes desplazaron a la zona fronteriza equipos de defensa civil y grupos de respuesta a desastres, aunque no han trascendido cifras de heridos o muertos de ese país. Circularon por redes sociales imágenes estremecedoras de Irak en el momento del seísmo, así que se esperan noticias más específicas sobre los daños y víctimas.