Editorial de Radio Pichincha
Las cifras oficiales publicadas por el mismísimo Banco Central dan cuenta de una situación bastante grave para la economía ecuatoriana, al menos hasta el segundo trimestre del 2024 y con los apagones y la baja producción y comercial, casi seguro que el tercer trimestre también tendrá el mismo comportamiento.
De acuerdo a los reportes: el Producto Interno Bruto (PIB) de Ecuador registró una contracción de 1,9% en el segundo trimestre de 2024, en comparación con el trimestre anterior, según el nuevo informe publicado este 30 de septiembre de 2024.
Aunque la prensa corporativa y oficialista no lo diga, menos aún las mismas autoridades, empezando por el Presidente-Candidato, esto demuestra que, al menos hasta el segundo trimestre de 2024, la economía ha estado en recesión. Y esto no lo dijeron los expertos por hacer oposición, sino desde el análisis técnico y las perspectivas que se hacen en función de las políticas aplicadas y en contra de lo que prometieron ciertos supuestos expertos aliados al Gobierno.
Incluso, el propio gerente del Banco Central, Guillermo Avellán, dijo que a partir del tercer trimestre la economía tendría un comportamiento positivo y las cifras mejorarían.
Por ejemplo: nos dijeron que el incremento del IVA y la eliminación de los subsidios mejoraría la economía y ocurrió todo lo contrario. De acuerdo con el documento del Banco Central, la desaceleración de la economía de Ecuador inició después del tercer trimestre de 2022, cuando la economía alcanzó un pico en el ciclo.
Pero, posterior a esto, la economía del país inició un proceso de contracción en el cuarto trimestre de 2023, el cual se mantuvo en el primer trimestre de 2024, lo que llevó al Banco Central a concluir que la economía está en recesión.
Con todo esto se repite lo que normalmente hacen y dicen los gobiernos neoliberales y que se someten al FMI: anuncian con bombos y platillos ajustes y paquetazos ilusionando a todos que los resultados serán positivos en el corto plazo y luego dicen que no es culpa de las medidas sino de los actores económicos. Igual pasa ahora en Argentina y Perú, por solo mencionar dos de los países que se precian de ser disciplinados con el FMI.
¿Acaso esto ya no lo vivimos con los gobiernos neoliberales de León Febres Cordero, Sixto Durán Ballén o Jamil Mahuad? ¿No fue la misma prensa de ese entonces y de ahora la que sustentaron el relato del “sinceramiento económico”?
Lastimosamente quienes más sufren con esta situación son los sectores sociales y productivos que no dependen de los grandes grupos económicos, financieros y oligárquicos.
Mucho más ahora con los apagones, veremos que esos sectores entrarán en una crisis mucho más aguda. Mientras tanto, el régimen seguirá en campaña, con sus granjas de trolls, sus ataques virulentos en redes sociales a los que critican su política económica y pensando que con eso nos envuelven en una nube rosa. PUNTO