Editorial de Radio Pichincha
Seguramente hicieron encuestas; seguramente hay una campaña de por medio, donde no descartamos el andamiaje armado por el supuesto investigador Arduino Tomassi diciendo que con la salida de la base de Manta se produjeron siete mil muertes violentas; seguramente la campaña electoral está difícil para el candidato-presidente y tienen que sacar la carta más populista de todas…
Como ya se ha hecho costumbre, este Gobierno ahora nos impone otro “paño de agua tibia”, para un problema delicado y sensible. Todo superficial. Todo para la tribuna. Nada a fondo para detener la violencia en este país. Ya nos han acostumbrado a esto.
Primero dijo que con el IVA habría seguridad y nada. Luego dijo que con la consulta habría seguridad y nada. Ahora dice que permitiendo que militares extranjeros se paseen con inmunidad en el país nos traerá seguridad, ya verán lo que sucede.
La presencia de militares extranjeros, estadounidenses, en ninguna parte del mundo ha resuelto los problemas de una nación. Todo lo contrario: en Panamá, en Colombia, en Medio Oriente, en África, en Centro América, en ninguna parte han sido la solución. Pero como hay una campaña de desinformación y enajenación colectiva, dejando de lado las cifras, la memoria y la misma razón de ser de los militares y policías ecuatorianos, entonces nos creen un poquito estúpidos.
No hay duda de que esto es parte de la campaña electoral del Presidente-Candidato. Y con ello además nos polariza con un tema que no tiene sentido histórico, menos de soberanía, porque hay algo más que se olvida el propio señor Daniel Noboa:
Desde septiembre de 2019, por un acuerdo entre las cancillerías de Quito y de Washington, un avión Orión P3 de EE.UU. realiza vuelos para el control del narcotráfico y pesca ilegal, usando como punto de partida a Guayaquil, el principal puerto desde donde sale la droga hacia Europa y hacia los mismos Estados Unidos.
Se olvida, además, el Primer Mandatario que el 15 de febrero de este año firmó dos decretos para ratificar los acuerdos de cooperación militar con Estados Unidos: el relativo al Estatuto de las Fuerzas y el que trata las Operaciones Contra Actividades Marítimas Transnacionales Ilícitas.
Con ello, otorgó beneficios a los militares y al personal del Departamento de Defensa de Estados Unidos, dentro de territorio ecuatoriano; así como delimitar los ámbitos de cooperación y operaciones conjuntas.
¿Nos guste o no, todo eso es más que bases militares, son militares gringos metidos en nuestro territorio y además dirigiendo operaciones contra el narcotráfico y de inteligencia para perseguir a adversarios políticos y periodistas? ¿Los acuerdos con Israel y sus aparatos de inteligencia, para qué son entonces?
Por tanto, esto no hace más que instalarnos en un debate innecesario, pero que nace de ese afán de ponernos a hablar de lo menos importante, a pesar de la retórica y de la puesta en escena con una amplificación en redes sociales que ya sabemos está a cargo del dueño de una radio que se proclama “libre e independiente”, pero con mucha plata para la “guerra sucia”. PUNTO