Editorial de Radio Pichincha
Si algo faltaba era quedar en el ridículo en el plano internacional y diplomático. Y esto es de absoluta responsabilidad de la Cancillería y de su titular, una señora que del tema no tiene ni idea, por más que le sobre la plata.
No es para reírse sino para llorar que apenas dos mandatarios participen de la Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado. Entre esos dos estaba el anfitrión, Daniel Noboa. De las consultas realizadas a embajadores de los países ausentes la razón sería por tres motivos:
1.- El asalto a la embajada de México en abril pasado, que en el ámbito diplomático tiene consecuencias y todavía arrastra un recelo y hasta castigo para Ecuador.
2.- La grave inseguridad que vivimos, acentuada en las últimas semanas con un incremento inusitado de asesinatos violentos;
3.- La crisis energética que obliga al gobierno a cortes de energía eléctrica de doce horas en promedio, que para cualquier turista o visitante constituye un potencial riesgo en todos los sentidos.
Pero hubo algo más, que para cualquier entendido es significativo: en la víspera a la inauguración circuló un comunicado de varios ex presidentes de tendencia conservadora, del grupo denominado Iniciativa Democrática (IDEA), condenando la suspensión de la Vicepresidenta Verónica Abad y pidiendo a la OEA monitorear la situación con la Carta Democrática Interamericana.
Entre los firmantes están José María Aznar, Felipe Calderón, Eduardo Frei, Andrés Pastrana, además de tres expresidentes ecuatorianos, todos de derecha y que llamaron a votar por Noboa el año pasado.
Como para variar rompimos un récord: nunca, desde 1991 hubo tan poca asistencia a una Cumbre Iberoamericana. La de menor concurrencia registrada con 13 jefes de Estado fue en Panamá en 2013 y en Cartagena 2016. ¿Se merece un premio la Cancillería?
Con todo esto ya podemos decir que, a más de los apagones, la violencia, la crisis económica, los escándalos de contratos millonarios y las mentiras sobre varios temas, este gobierno no pasa la prueba, queda anulado en cualquier competencia de calidad y eficiencia pública. ¿Así quiere gobernar cuatro años más?
Saquen ustedes sus conclusiones. PUNTO