En época de cosecha del café del Chocó Andino, al noroccidente de Quito, son las mujeres quienes recogen cada grano de forma manual para cuidar el fruto que se convertirá en uno de los mejores cafés del mundo.
En las parroquias de Nanegalito y Nanegal, en la Reserva de la Biosfera del Chocó Andino, el café se cultiva con esmero y pasión. Esta región, fue reconocida en 2018 por la Unesco como bastión de la biodiversidad y sostenibilidad.
Las condiciones naturales de la región son ideales para el cultivo del café. Las plantaciones se encuentran entre los 1.300 y 1.800 metros sobre el nivel del mar, con suelos volcánicos ricos y un clima subtropical que favorece sabores inigualables.
Walter Bustos, administrador zonal del Chocó Andino, destaca el valor del denominado «café de Quito».
«Cada grano encierra la conservación de un ecosistema, trabajado en un entorno de biósfera, de manera artesanal y manejado por mujeres».
👭#LasWarmis || El café del Chocó Andino aporta en la lucha contra la violencia de género, con procesos de desarrollo de capacidades de las mujeres de la zona. Según el administrador zonal, Walter Bustos, «es un café que está protegiendo vidas y un ecosistema». pic.twitter.com/nOcdOyGxDV
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) August 14, 2024
Asociación de Mujeres «Amucafé»
Magda Zavala, pionera en el cultivo de café en Nanegal, ha sido un pilar para las productoras del Recinto Perla Negra. Su experiencia y conocimiento han guiado a muchas mujeres a tecnificar sus procesos y alcanzar la excelencia en cada cosecha.
Zavala promovió la creación de la Asociación de Mujeres «Amucafé», iniciativa a través de la cual 11 productoras de la zona buscan mejorar sus procesos y exportar directamente, para evitar el abuso de los intermediarios.
Mariluz Cabrera, socia de Amucafé resalta el esfuerzo colectivo:
«Trabajar en grupo no es fácil, pero nos apoyamos entre mujeres para sacar adelante este café de especialidad».
Rosa Morillo, quien ha vivido 26 años en Nanegal, recuerda cómo inició en el cultivo gracias a la motivación de otros productores locales.
«Nos ilusionamos con el café y, con ayuda técnica, hemos logrado producir un café premiado».
A pesar de los desafíos, estas mujeres insisten en cultivar la tierra y han logrado exportar café al extranjero.
Compromiso con la sostenibilidad y el equilibrio ecológico
Para las productoras de la zona el compromiso con la sostenibilidad y el equilibrio ecológico es clave. Se usa sombra natural de árboles nativos para proteger los cultivos. Vilma Peña Herrera, productora en la Reserva de Biosfera en Nanegalito, destaca:
«Hacemos un proceso sostenible desde la siembra hasta la venta del café cuidando la naturaleza; todos los procesos son absolutamente amigables con ella porque somos parte de ella».
Diana Salvador, hija de Vilma se dedica a la postcosecha en el emprendimiento «Café de la Peña», ella se encarga de la trazabilidad de cada lote, y asegurar la temperatura y humedad de cada grano, así como la selección de cada uno de ellos para garantizar la calidad.
Este compromiso con la sostenibilidad y la calidad ha convertido al café del Chocó Andino en un referente internacional. Sus notas florales, sabores afrutados y acidez brillante encantan a los catadores más exigentes.
El café del Chocó Andino estuvo en Paris 2024
Ellas destacan que durante las últimas olimpiadas de Paris 2024 hubo personas haciendo fila para probar su café. Han llegado a exportar a Japón, Francia, Canadá e Inglaterra.
«Japón regresa cada año a visitarnos, a asegurarse de cómo está el café y la gente con la que trabajamos. Siempre nos están pidiendo que se les envíe café porque saben lo que está detrás de estos granos», asegura Diana.
El Chocó Andino es un ejemplo de cómo la producción agrícola puede alinearse con la conservación de la biodiversidad. A medida que el mundo enfrenta los retos del cambio climático, la labor en el Chocó Andino se vuelve crucial.
👭#LASWARMIS | Las mujeres del Noroccidente de Pichincha están muy involucradas con la producción de café de especialidad. Ellas tienden a utilizar prácticas sostenibles, minimizando el uso de agroquímicos y promoviendo técnicas de cultivo que conservan la biodiversidad de la… pic.twitter.com/gq8gLuA4ua
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) August 8, 2024
Actividades asociadas a la producción del café
El turismo asociado a las fincas de café se vislumbra como una oportunidad económica adicional para las comunidades locales, permitiendo a los visitantes sumergirse en el proceso de producción del café y disfrutar de la belleza natural de la reserva.
Magda Zavala recuerda que antes de que se empiece a sembrar café, los jóvenes migraban a Quito, pero ahora muchas familias han retornado.
«Lo que eran potreros ahora están llenos de árboles de café», menciona orgullosa.