“Hay sinnúmero de delitos y esto ayudará al Ecuador para ver si se pone orden, para ordenar este tipo de catástrofe”, agregó el abogado.
Carlos Bravo, exgerente de la Agencia de Garantías de Depósitos (AGD), consideró que el caso de Fernando Villavicencio debe ser de estudio para analizar y debatir sobre las mafias mediáticas, las extorsiones, el tráfico de influencias, el uso de la justicia y otro tipo de delitos.
“La gente dice que: ¿cómo vamos a hablar de un muerto que no se pude defender? Pero no es así. Estamos hablando de temas de gran delincuencia”, agregó.
Bravo señaló que los chats de Villavicencio ratifican, lo que ciertos grupos políticos, de juristas y analistas ya advertían, de que el hombre se disfrazaba como periodista para moverse muy hábilmente en un mundo mafioso.
El abogado se refirió a las conversaciones de Fernando Villavicencio y Carlos Pareja Cordero (Capaco) y subrayó que esta persona era el cerebro de los hermanos Roberto y William Isaías, y operaba en todos los gobiernos desde Lenín Moreno, Guillermo Lasso y hoy Daniel Noboa.
“Ha pasado décadas impune”, agregó.
El exgerente de la AGD recordó que el salvataje bancario le costó al país USD 8.000 millones, de los cuales USD 2.500 millones se llevó Filanbanco y aunque los Isaías fueron sentenciados a ocho años de reclusión, esa pena nunca llegó a ejecutarse, por la operación de Capaco.
Para Carlos Bravo, la base de la podredumbre de la justicia es la Fiscalía, y aquello también se demostraría en los chats de Fernando Villavicencio, donde Diana Salazar le daba a conocer las sentencias antes de que sean resueltas en los tribunales.