El Estado y la sociedad naturalizan la responsabilidad del cuidado del hogar en la mujer.
Paola Mera, experta en temas de género y violencia. Exintegrante del Consejo de Igualdad de Género, señaló que aunque la Constitución reconoce las tareas del hogar como un trabajo, aquello sigue sin ser visibilizado en políticas públicas: “No pedimos que se pague pero sí que se reconozca la pobreza de tiempo que tenemos las mujeres para hacer otra cosas y que es necesario una corresponsabilidad de nuestros pares para el cuidado”.
Recordó que en el 2015 el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos junto con el Consejo de Igualdad de Género realizó un estudio de cuentas satélites para conocer cuál es el aporte económico de las mujeres por el trabajo no remunerado en el hogar y se reveló que llega a los USD19.880 millones: “Más que la industria del petróleo, el comercio y la construcción juntas”.
En ese contexto, criticó que el Estado y la sociedad naturalicen a la mujer como la única responsable del cuidado del hogar, pues según dijo, la diferencia de horas productivas entre un hombre y una mujer, en la soltería, no existen pero cuando hay hijos de por medio se evidencia que esas horas aumentan para la mujer y disminuyen para el hombre. Es así que en el sector urbano las mujeres trabajan 17.42 horas más que los hombres mientras que en lo rural aumentan a 23 horas por semana.
“Conmemorar un 8 de marzo no para celebrarlo o felicitar a las mujeres, porque es un día de reivindicación de derechos que todos los días luchamos en la vida cotidiana y que se reflejan en las estadísticas, en una política pública que es débil e ineficiente para una mujer víctima de violencia”
Mera aseveró que las mujeres viven en una sociedad patriarcal porque aún existen desigualdades: “Se nota cuando muchas mujeres por un mismo trabajo o un producto ganamos 20% menos. Y estas estructuras hacen que, por ejemplo, el capital quiera que trabajemos pero la sociedad quiere que cuidemos a los hijos como si no estuviéramos trabajando”.
Destacó que el feminismo ha permitido que las mujeres salgan al espacio público a reclamar sus derechos que aunque estén escritos no se cumplen en el accionar diario pues cada año aún se registran 65 de cada 100 mujeres víctimas de violencia y en los últimos 12 meses 32 de cada 100 han sido violentadas.