El Ejército de Liberación Nacional y el gobierno colombiano firmaron un acuerdo de cese al fuego bilateral en la capital ecuatoriana el 4 de septiembre, previo a la visita del Papa Francisco, quien reforzó la idea de que Colombia debe correr definitivamente la página de la guerra.
EL presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rubricó ayer el decreto que da inicio oficialmente al cese al fuego a partir del 1 de octubre, acto anunciado en redes sociales.
De este modo, a partir de las cero horas de mañana, no deben haber ataques entre las fuerzas insurgentes y los militares.
“Este cese al fuego y de hostilidades se hace con un propósito humanitario, para proteger a la población civil, para defender sus derechos y libertades”, manifestó el mandatario.
También por Twitter, los líderes del ELN comunicaron a sus tropas que a partir del domingo debía regir el cese al fuego y daban una orden directa, confiando en el despliegue de Naciones Unidas para la verificación y monitoreo de que las hostilidades se han detenido en tiempo y forma.
La ONU desplegará observadores en 33 municipios y contará también con el acompañamiento de la Iglesia Católica que se sumará al mecanismo a través de 20 diócesis.