Este 5 de octubre se cumplen seis meses del asalto a la Embajada de México en Quito y el secuestro del exvicepresidente Jorge Glas.
Punto Noticias.- A un día de que se cumplan seis meses del asalto a la Embajada de México en Quito y el secuestro de Jorge Glas, que estaba en esa sede diplomática en calidad de asilado, el Comité Internacional por la Libertad de Jorge Glas pidió -a través de una carta- a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que amplíe las medidas cautelares a favor del exvicepresidente.
El 31 de diciembre de 2019, la CIDH concedió las medidas cautelares a Glas ante sus padecimientos crónicos que requerirían de tratamiento y atención médica, y ante las amenazas dentro de un centro penitenciario. Incluso, la CIDH pidió se informe constantemente sobre la situación del exvicepresidente.
Sacha Llorenti, coordinador del Comité y exrepresentante permanente del Estado Plurinacional de Bolivia ante la Organización de las Naciones Unidas, recordó que por pedido del Estado ecuatoriano se pospuso la visita de una delegación de la CIDH porque funcionarios del Gobierno iban a estar fuera del país.
Ante ello, dijo que las medidas cautelares no son vinculantes a una visita, por lo que se puede dejar de lado y actuar de manera urgente porque está de por medio la vida de Glas y el Estado ecuatoriano no tiene la mayor intención de que se implementen.
Llorenti mencionó que este es “un caso que se asimila a los del expresidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y del fundador de la página de filtraciones Wikileaks, Julian Assange”.
Ampliación de medidas cautelares para Jorge Glas
Según el Comité, el objetivo de que se amplíen las medidas cautelares es que se cumpla con el estatus diplomático que implica este caso y que le otorguen a Glas medidas no privativas de la libertad.
De esta manera, el Estado ecuatoriano debería cumplir con el asilo concedido por el Gobierno de México a Glas, que se le conceda el salvoconducto otorgado por Suiza y que con ello mejore la salud física y psicológica del exvicepresidente.
Jorge Glas sin seguridad
Tamara Lajtman, del Observatorio de Lawfare, insistió en que Glas padece enfermedades crónicas y que su vida está en riesgo porque no tiene seguridad nocturna, ya que no hay nadie en las celdas contiguas.
Añadió que incluso, el 1 de octubre le fue negada la visita de un médico internista que controla su salud.
Comentó que la carta dirigida a la CIDH hace hincapié en los graves abusos cometidos desde el 5 de abril que fue el asalto a la Embajada de México hasta que Glas fue trasladado a la cárcel La Roca, en Guayaquil.
Hechos que provocaron en Glas hasta un intento de suicidio, por lo que ahora padece episodios depresivos, producto de su frágil estado mental.
Las consecuencias para Ecuador
Llorenti añadió que, si no avanza lo solicitado por la defensa de Glas, el Estado ecuatoriano de una u otra manera será sancionado.
Recalcó que aún debe tramitarse en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) la demanda que México interpuso en contra de Ecuador por el asalto a la Embajada.
Se mostró seguro de que Ecuador será sancionado por violar normas internacionales a nivel diplomático.
A esto sumó la acción del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, pues se espera una respuesta ante este caso al violar la Convención Interamericana de Derechos Humanos conocida como Pacto de San José.
Paralelamente, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la Naciones unidas también deberá responder.
Respaldo de expresidentes
Por esta serie de pendientes, Llorenti mencionó que al final se logrará la libertad de Glas y al Estado ecuatoriano le tocará pagar a México y al exvicepresidente.
La carta dirigida a la Comisión Interamericana se la redactó debido a que se agotaron todas las instancias del derecho interno y porque la vida de Glas está en riesgo. El documento está acompañado por las firmas de 100 personas entre las que están: juristas, políticos, y expresidentes.
Para el Comité, Glas es visto como un trofeo político, por lo que sus integrantes responsabilizaron al presidente Daniel Noboa de ser el responsable de la cadena sistemática de las violaciones a los derechos humanos.