En Quito deberían existir mil comités de seguridad, para abarcar al 80% de la ciudad.
Punto Noticias.- Ciudadanos y autoridades buscan formas de combatir la inseguridad en Quito. Los Comités de Seguridad son un mecanismo. Los moradores de los barrios se agrupan y coordinan con la Policía Nacional y funcionarios municipales, para implementar en los vecindarios alarmas comunitarias o cámaras de videovigilancia.
Daniela Valarezo, secretaria de Seguridad y Gobernabilidad del Municipio de Quito, señaló que ellos coordinan la conformación de estos comités en cada barrio. “Tienen un presidente, un vicepresidente y un estatuto. El directorio debe mantenerse por dos años. Los comités de seguridad nos alertan sobre las necesidades del sector”.
Valarezo indicó que cuando inició esta administración municipal, había 50 comités de seguridad. Pero hoy ya se registran 250. “Se deberían conformar unos mil comités de seguridad, para abarcar un 80% de la ciudad. Se ha hecho un esfuerzo importante en este tiempo reducido, un año y medio de gestión”.
Con parte del presupuesto de la tasa de seguridad, el Municipio de Quito adquirió 557 alarmas comunitarias que instalarán en 350 barrios. Los vecindarios elegidos son lo que han conformado sus comités de seguridad y han pedido este servicio. “Instalaremos las 557 alarmas hasta que finalice junio. Por lo tanto, una parte estará a cargo de esta administración, y otra de la siguiente”, señaló Valarezo.
¿Cómo se conforma un comité de seguridad?
Cuando los vecinos de un barrio notan que los actos delictivos son constantes, deben comunicarse con la Secretaria de Seguridad. Los funcionarios van al barrio para evaluar cómo está la situación y, con los moradores que deseen participar, conforman los comités de seguridad.
Valarezo indicó que el presidente de este comité, no realiza la misma labor que otros representantes barriales. “El presidente del barrio gestiona obras públicas, alcantarillado, etc. El presidente del comité se concentra exclusivamente en la seguridad. Pero la mayoría de comités se conforman cuando un delegado de seguridad de la administración zonal hace visitas en los barrios. El jefe de seguridad, que es funcionario de esta secretaria, en las administraciones zonales los conforma”.
Caso emblemático
El Comité de Seguridad de la República de El Salvador, al norte de Quito, está activo. Ya han colocado una cámara de videoseguridad, y pronto repotenciarán una alarma comunitaria y activarán una nueva.
Luis Segarra, presidente de este comité, señala que este agrupación ciudadana tiene la capacidad de pedir alarmas comunitarias, cámaras, reforzamiento de la seguridad en el sector o articular con instituciones como AMT o AMC para el control en el vecindario. Pero lo más importante, dice, es que puede trabajar en conjunto con los moradores, por el bien común.
“Hay que conocerse entre vecinos, conversar de seguridad. Trabajar con ellos. Crear un vínculo de amistad, para que haya colaboración, porque es difícil a un vecino llamarle a una reunión, pero es hora de que los vecinos nos conozcamos entre nosotros y comenzamos a apoderarnos de nuestro territorio”, dice Segarra.
Y agrega que en junio tendrán la capacitación para poner en funcionamiento la nueva alarma comunitaria del barrio. Una alarma de tecnología 5G, instalada en sus teléfonos personales. “Una vez que el usuario active la alarma, a todos los vecinos, que están dentro del sistema (se necesita un número básico de 38 personas), les llega la respuesta y sabrán qué vecino emite la alerta. Aparte, esa alarma se integra al ECU-911 y al Cuerpo de Agentes Metropolitanos de Control. Ellos tienen una central para emergencias”.
Constancia y unión
Paola Burbano es presidenta del Comité Promejoras de la República de El Salvador. Ella señala que el comité nació a mediados de 2019, por el desorden que existía en la vía pública. Entonces los vecinos se organizaron en asambleas, firmaron actas y compromisos, porque querían generar un cambio. “Ser líder barrial es un trabajo ad honórem”.
Si bien al inicio los cambios empezaron en temas de orden público, los vecinos rápidamente supieron que debían organizarse para enfrentar los temas de inseguridad. Según datos del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana, la parroquia Iñaquito (donde se encuentra un barrio de nombre homónimo, que abarca a la República de El Salvador), es la más peligrosa de la ciudad.
En lo que va de este año se registran 8 160 incidentes delictivos. Mientras que en 2022 hubo 7 601 incidentes. Cifras que, según señaló Valarezo, ubican al barrio Iñaquito como el segundo más peligroso del Ecuador.
Así después de dos años de gestión, los moradores de la República de El Salvador, más integrantes del comité Promejoras, conformaron el Comité de Seguridad. “Te unes por necesidad”, señala Burbano. Y agrega que hoy los dos comités actúan juntos, tienen reuniones semanales y chats comunitarios.
Un comité nuevo en busca de resultados
Varios locales comerciales, domicilios y transeúntes han sido asaltados en estos últimos meses en La Floresta. Así en octubre de 2022, moradores del barrio protagonizaron marchas con antorchas exigiendo seguridad. Y en noviembre del mismo año, otro grupo de ciudadanos conformó un Comité de Seguridad.
“Nosotros respetamos el trabajo de los vecinos y les pedimos juntarnos para sacar un proyecto importante, porque lo que nos interesa es que el barrio esté seguro, que los negocios estén seguros”, señala Patricia Pachacama, secretaria del comité de La Floresta.
Actualmente, este comité agrupa a 150 personas que se han inscrito para participar de las reuniones y los proyectos. Ellos buscan repotenciar dos alarmas comunitarias, que beneficiarán a 275 personas. “No podemos ir en contra de la ley, y tomar la justicia por nuestra mano”, señala Pachacama. Y añade que desde el comité, coordinan acciones con las autoridades locales.