Líderes sociales y representantes de pueblos indígenas, trabajadores y jóvenes se reunirán en Cuenca para construir el Mandato de los Pueblos en Resistencia, exigiendo inclusión real y justicia frente a la crisis civilizatoria
En la misma semana en que los presidentes y jefes de Estado de Iberoamérica se reunirán en Cuenca para la 29ª Cumbre Iberoamericana la cual tiene como lema “Innovación, Inclusión y Sostenibilidad», organizaciones sociales de toda América Latina también se convocan en esta ciudad.
Desde el 13 al 15 de noviembre, se celebrará la «Contracumbre de los Pueblos en Resistencia», un espacio alternativo para levantar demandas desde las bases sociales y exigir un cambio en las políticas que afectan a los sectores populares y a la naturaleza.
Construcción de un mandato popular
La Contracumbre tiene como objetivo construir un «Mandato de los Pueblos en Resistencia» que exprese las demandas de los distintos sectores de la sociedad ecuatoriana e iberoamericana. Estos sectores incluyen comunidades indígenas, afrodescendientes, montubias, estudiantes, trabajadores y docentes, quienes consideran que la Cumbre oficial excluye las voces de los pueblos y prioriza intereses gubernamentales y empresariales.
Rubén Lema, presidente de la Unión Nacional de Educadores de Azuay (UNE-A), afirma que el evento plantea una crítica directa a la agenda de la Cumbre Iberoamericana, que, en su opinión, carece de una verdadera inclusión de las voces populares.
«Queremos que el gobierno escuche nuestras demandas, especialmente en temas críticos como el acceso al agua, la educación y el rechazo a la explotación minera que amenaza los territorios y el bienestar de las comunidades”, señaló Lema.
Una agenda de resistencia
Durante los tres días de la Contracumbre, se llevarán a cabo diferentes actividades:
- Miércoles 13 de noviembre: Se construirá el Mandato de los Pueblos en Resistencia, donde se recogerán las principales demandas y propuestas.
- Jueves 14 de noviembre: Se realizará una Asamblea democrática y pluralista, seguida de una movilización masiva.
- Viernes 15 de noviembre: Movilización de sectores obreros y trabajadores y conmemoración de las «Cruces sobre el agua», un evento histórico que recuerda la lucha de los trabajadores ecuatorianos por mejores condiciones de vida.
Rubén Lema enfatiza que la Contracumbre no es solo una manifestación, sino una construcción colectiva de propuestas concretas. La falta de respuestas efectivas del gobierno a los problemas de educación, acceso a la energía y protección del agua ha generado frustración en las comunidades.
“Es inconcebible que en Cuenca y en todo el país tengamos concesiones mineras que ponen en riesgo las fuentes de agua, mientras enfrentamos una crisis por la falta de acceso a este recurso esencial”, añadió Lema.
Incidencia de los jóvenes en la contracumbre
La participación de jóvenes activistas será clave en esta Contracumbre, quienes, según Lema, tienen un papel fundamental en el cambio político y social del país.
«A los jóvenes les han hecho creer que la política es algo negativo, pero es necesario que se apropien de estos espacios para combatir la corrupción y la desigualdad», explicó.
Lema también señaló que la realidad de Ecuador no es única en la región, ya que otros países latinoamericanos enfrentan problemas similares de privatización de servicios básicos y recortes presupuestarios en educación y salud, impulsados por políticas de desarrollo que priorizan los intereses empresariales. La Contracumbre busca visibilizar estas problemáticas y proponer alternativas centradas en la justicia social y ambiental, enfatizó.
Protesta pacífica en un país militarizado
La Contracumbre de los Pueblos llega en un momento crítico para el país, marcado por la militarización y una alta represión hacia manifestaciones sociales. Ante la pregunta de cómo Cuenca y el país en general recibirán esta movilización, Lema expresó su esperanza de que el gobierno central muestre sensatez y permita que las demandas de los pueblos sean escuchadas sin represión.
«Esperamos que el gobierno esté abierto al diálogo y entienda que las necesidades de los pueblos son urgentes y no pueden esperar», finalizó.