Contraloría encontró irregularidades en la construcción de obras de recreación en tres provincias
Punto Noticias. El organismo examinó las contrataciones efectuadas por el Secob, entre noviembre de 2015 y diciembre de 2020, a los parques Marino Valdivia, Turístico de Nueva Loja y los refugios Hermanos Carrel y Whymper
La Contraloría auditó la construcción y equipamiento de obras de recreación en Santa Elena, Sucumbíos y Chimborazo. Los trabajos y materiales no cumplieron las especificaciones técnicas, ocasionando deterioro prematuro, colapsos, aparición de grietas y filtraciones.
El organismo de control examinó las contrataciones efectuadas por el Servicio de Contratación de Obras (Secob), entre noviembre de 2015 y diciembre de 2020, para la construcción y mantenimiento de los parques Marino Valdivia, en Santa Elena, Turístico de Nueva Loja, en Sucumbíos, y para la readecuación de los refugios Hermanos Carrel y Whymper, en Chimborazo.
El informe del examen especial, aprobado en febrero de este año, establece que en el sendero del Parque Turístico Nueva Loja se utilizó madera que no cumplió con las características técnicas estipuladas en el contrato.
Hubo pagos injustificados por $1’843.984, así como el deterioro prematuro de los caminos y pasamanos.
Entre 2018 y 2019, el Servicio de Gestión Inmobiliaria del Sector Público tuvo que efectuar contrataciones por $ 1’509.953 para mantenimientos correctivos y reparar las estructuras dañadas.
En el Parque Marino Valdivia los auditores advirtieron la ausencia de planes y presupuestos destinados a la conservación del lugar, que originaron el deterioro de estructuras metálicas, cielos rasos, cubiertas y canaletas, valoradas en $ 228.152.
La empresa contratada para el equipamiento del parque no entregó los manuales para la operación y mantenimiento de los equipos, sin embargo, no se impuso la multa de USD 1’432.713 por 1.440 días de retraso en la entrega de estos documentos.
El incumplimiento produjo que se desconozca las instrucciones para el mantenimiento de los sistemas de purificación de agua, depuradores de agua residual de mar y aguas servidas, analizador de calidad del agua, sistemas de bombeo, válvulas y difusores, comprometiendo la vida útil de los componentes. Además, en los estanques de tiburones, pingüinos y lobos marinos, no se aplicaron metodologías de construcción que garanticen impermeabilidad.
Estas inconsistencias sumaron pagos sin sustento por $ 136.994. Tampoco se impusieron multas por $32.502, ante la inobservancia de las obligaciones de los contratistas y cambios no autorizados en el personal técnico a cargo de las obras.