A Joffre Aroca, en 2001, cuando tenía 21 años, un policía lo detuvo, lo subió a la patrulla, le cubrieron el rostro y fue llevado hasta las afueras del Estadio Monumental, donde lo dispararon por la espalda.
Punto Noticias. La Corte Interamericana de Derechos Humanos declaró a Ecuador responsable por la ejecución extrajudicial de Joffre Antonio Aroca Palma, de 21 años, ocurrida en Guayaquil, en 2001.
Joffre Antonio Aroca Palma trabajaba como agricultor y residía en Guayaquil. El 27 de febrero de 2001, cerca de las 03h30, estaba con unos amigos en los exteriores de la casa de uno de ellos, cuando cuatro uniformados, dos de la Policía Nacional y dos policías municipales, lo detuvieron.
Lo metieron en una patrulla, le cubrieron el rostro con su propia camiseta y fue llevado hasta las afueras del Estado Monumental. Los policías bajaron a Joffre del vehículo y, en medio de la oscuridad, se escuchó un disparo.
El cuerpo de Joffre Antonio Aroca fue encontrado horas después por los trabajadores de limpieza del Estadio. Según la autopsia, su muerte se produjo debido a una hemorragia aguda interna, laceración de pulmón derecho y corazón por el paso y salida de un proyectil de arma de fuego, con dirección de atrás hacia adelante; es decir, el policía lo disparó por la espalda.
Desde ese día, han pasado 21 años de impunidad.
Tras un largo proceso, la Corte IDH emitió su responsabilidad internacional del Estado ecuatoriano. Durante la audiencia, el Estado ecuatoriano sostuvo que no es responsable internacionalmente porque sí habrían cumplió con sus obligaciones de investigación, juzgamiento y sanción.
Sin embargo, la Corte determinó que el Estado violó los derechos a las garantías judiciales y a la protección judicial, específicamente el derecho a contar con una autoridad competente, independiente e imparcial, así como a contar con un recurso judicial adecuado y efectivo. Ahora, el Estado debe indemnizar a la familia de Joffre.