Desde cambios en los horarios de la Liga Pro hasta dificultades para entrenar en disciplinas como la esgrima, los cortes de electricidad generan complicaciones en diferentes sectores deportivos del país.
Punto Noticias. Los cortes de energía eléctrica que afectan al país desde hace varias semanas han golpeado duramente a diversos sectores, y el deportivo no ha sido la excepción.
Desde reprogramaciones en la Liga Pro, hasta dificultades logísticas para entrenamientos en clubes de esgrima, el impacto de la falta de electricidad se ha dejado sentir en todo el ámbito deportivo.
En un esfuerzo por adaptarse a la crisis energética, la Liga Pro de fútbol tuvo que ajustar sus horarios, comenzando las jornadas a las 10:30 de la mañana y limitando los partidos nocturnos a las 15:00, con el fin de reducir el consumo de energía y garantizar la seguridad de los aficionados.
Lo mismo sucedió con la Copa Ecuador y los playoffs del Ascenso Nacional los cuales se juegan en horarios diurnos.
Sin embargo, estos cambios han tenido repercusiones en otros deportes que dependen de horarios más específicos y una infraestructura eléctrica constante.
Otras disciplinas deportivas
Uno de los clubes más afectados por los cortes de energía ha sido el Club de Esgrima Ciudad de Quito.
La presidenta de la academia, Gabriela Procel, explicó cómo la falta de electricidad ha dificultado la capacitación de los jóvenes atletas, especialmente en un deporte como la esgrima, que requiere entrenamientos largos y equipos eléctricos especializados.
«Es un deporte 100% eléctrico. Los monitores, los cables y todo el equipo necesitan energía para funcionar. Sin luz, no podemos entrenar», comentó Procel.
A pesar de haber adquirido un generador a gasolina para poder continuar con las prácticas, los horarios de los cortes y la duración limitada de la batería dificultan que los entrenamientos se realicen de manera efectiva.
«Para los chicos de alto rendimiento, que entrenan hasta cuatro horas al día, los cortes afectan seriamente su preparación. El tiempo de entrenamiento es fundamental para desarrollar sus habilidades y, sin él, no avanzan», explicó la presidenta del club.
Boxeo
El boxeador ecuatoriano Erick Bone, quien arribó al país hace una semana para su pelea en el Quorum Fight Night IX el próximo 23 de noviembre, nos aseguró que esta situación le resulta nueva.
«Tengo que estar pendiente de los cortes de energía para poder organizar mis entrenamientos. Es algo completamente nuevo para mí», comentó.
Por otro lado, las escuelas permanentes de la Concentración Deportiva de Pichincha han tenido suerte, ya que no han sufrido cortes de energía debido a su cercanía con el Hospital Militar, en una zona donde no se están realizando interrupciones en el suministro eléctrico.
Esto les ha permitido seguir con sus actividades sin mayores contratiempos, en contraste con otros centros deportivos que deben reorganizar sus rutinas.
Fútbol barrial
Otro sector del deporte que ha visto sus planes alterados por los cortes de energía son las ligas barriales. Las competencias programadas para las tardes, especialmente los partidos en los horarios de 18:00 y 20:00, ya no pueden llevarse a cabo debido a la falta de electricidad.
Un representante de una liga barrial comentó: «Queremos contribuir al ahorro energético, pero esto nos ha obligado a postergar la fecha de cierre de nuestro campeonato. Ahora estamos organizando las fechas de manera más dispersa y no podemos hacer programación seguida».
Gimnasios
Otro de los sectores afectados son los gimnasios , uno de ellos es el gimnasio Power, cuyo propietario, Juan José Galarza, comentó que podría verse obligado a cerrar.
«Los cortes de energía están acabando con mi sueño», expresó. «Nos hemos adaptado a los nuevos horarios, pero de repente los cambian, y eso ha hecho que las personas no vengan con regularidad. Los entiendo, porque ellos también tienen que adaptarse. La verdad, no sé cuánto tiempo más podré aguantar», agregó.
El impacto del corte de energía es solo el reflejo de una crisis más profunda que afecta a todos los sectores del país, pero en el ámbito deportivo, especialmente en disciplinas que dependen de equipos eléctricos y entrenamientos extensos, los efectos pueden ser devastadores.