Montevideo, 29 ene (Prensa Latina) Cuestionamientos y preocupaciones provocaron hoy en Uruguay la decisión gubernamental de aumentar los límites de sodio, azúcares y grasas permitidas en alimentos expendidos comercialmente.
La ex subsecretaria de Salud Pública y actual diputada del Frente Amplio, Cristina Lustemberg, criticó el anunció de la entrada en vigor desde el lunes 1 de febrero de un nuevo decreto sobre sobre el etiquetado frontal de los envases.
Hasta el momento, se establecía que cada 100 gramos de alimentos sólidos podía contener 400 miligramos de sodio y en lo adelante se aumentará a 500 miligramos, y de 10 gramos de azúcar por cada 100 gramos de productos se podrá tener hasta 13 gramos.
La legisladora lamentó la revocación del trabajo de técnicos y especialistas, lo que conduce a que la medida pierda efectividad y no cumpla con su objetivo de informar a la población sobre los productos con elevados contenidos de grasas, azúcares y sal.
Mientras el Observatorio del Derecho a la Alimentación (ODA) manifestó preocupación por una normativa que debería, desde marzo 2020, estar funcionando.
Agencias de Naciones Unidas subrayaron entonces su importancia para contribuir al mejor bienestar de la población uruguaya y que, a juicio de ODA, ubicó al país ‘como ejemplo en materia de protección en derechos en salud’.
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