El ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) confirmó que dos kilómetros de la vía Quito-Lago Agrio están expuestos al avance de la erosión lateral del río Coca. Infraestructura petrolera y una hidroeléctrica corren riesgo por el fenómeno natural.
No solo la hidroeléctrica Coca Codo Sinclair corre riesgo de ser destruida ante el avance acelerado de la erosión regresiva y lateral del río Coca, entre las provincias amazónicas de Napo y Sucumbíos. También está en riesgo una de las vías más importantes del país.
La E-45, más conocida como la vía Quito – Lago Agrio, una de las rutas que conecta la Amazonía ecuatoriana con Quito, corre el riesgo de ser destruida de forma parcial.
El Ministerio de Transporte (MTOP) informó a Radio Pichincha que aproximadamente dos kilómetros de carretera -ubicados en la parroquia Gonzalo Díaz de Pineda, en la provincia de Napo- están expuestos a la erosión lateral.
En ese lugar, personal del MTOP trabaja para habilitar la vía en su totalidad. Debido al incremento de lluvias en las últimas semanas, las autoridades han restringido la circulación vehicular por temor de deslizamientos y socavones.
La erosión natural del río Coca arrancó en febrero de 2020. Desde esa fecha, el fenómeno natural ha destruido dañado varias partes de la vía y su infraestructura.
Un golpe a la economía ecuatoriana
La erosión regresiva se ha extendido más de 11 kilómetros a lo largo, desde la desaparecida cascada de San Rafael hasta llegar a estar a 6,4 kilómetros de la captación de agua de Coca Codo Sinclair, la hidroeléctrica más grande del país con un potencia instalada de 1.500 megavatios.
Incluso, las obras realizadas por la Corporación Eléctrica del Ecuador (Celec), dueña de Coca Codo Sinclair, no han servido en su objetivo de ralentizar el fenómeno natural.
En esa lista de obras sobresalen:
- Construcción de un dique permeable.
- Colocación de contenedores en el lecho del río Coca.
En esa extensión, la erosión ha destruido casas, puentes, extensión de carretera, ha roto las tuberías del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) de la estatal Petroecuador, así como el Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), de la empresa privada del mismo nombre.
Esta última empresa declaró la Fuerza Mayor -semanas atrás- ante el riesgo que corre una parte de su tubería por el avance de la erosión, lo que afectó la producción petrolera del país. A inicios de año, la producción de crudo de la empresa estatal Petroecuador alcanzó los 404.000 barriles diarios, pero actualmente (1 de julio) está en 300.550 barriles al día.
Es decir, si se compara la producción de crudo, la caída es mayor a los 100.000 barriles diarios.
¿Hay riesgo de nuevos corte de luz?
Los cierres temporales de la operación de Coca Codo Sinclair generan constantes incertidumbres por nuevos apagones en el país.
El último cierre ocurrió este martes 2 de julio de 2024.
La Unidad de Negocio Coca Codo Sinclair (CCS) informó que se «incrementaron los sedimentos» del río Coca, lo que obligó al cierre de las compuertas de la hidroeléctrica, lo que ocasiona -a su vez- la paralización de la generación eléctrica de la principal planta del país.
«Esta vez, el trabajo en equipo con el resto de centrales no alcanza ya que estamos llegando al horario pico de consumo de energía (11h00)», señaló CCS, al destacar que, para suplir la demanda de luz, se compra energía a Colombia.
«No habrá corte de energía», insistió la unidad de negocio de Celec.
Se me incrementaron los sedimentos y otra vez cerré mis compuertas.
Esta vez, el trabajo en equipo con el resto de centrales no alcanza ya que estamos llegando al horario pico de consumo de energía (11h00), por lo que comprarán energía a Colombia.
NO HABRÁ CORTES DE ENERGÍA. pic.twitter.com/rCtXtBUvLn
— Coca Codo Sinclair (@UNCocaSinclair) July 2, 2024