El noticiero estelar de la cadena Ecuavisa reportó, la noche del 23 de marzo de 2021, que las exportaciones de banano alcanzaron cifras récord en el año 2020, facturando más de 3.000 millones de dólares. En la nota televisiva se entrevista a Richard Salazar, director de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano, quien señala que se requieren mayor apoyo del gobierno para firmar acuerdos comerciales que faciliten la apertura de nuevos mercados para este producto.
Por otra parte, el primer boletín de 2021 del Banco Central del Ecuador (BCE) detalla la evolución de la balanza comercial del país (la cantidad de dinero que ingresa como resultado de restar las exportaciones menos las importaciones). En el documento se informa que Panamá es el país con el que se realizan mayores operaciones comerciales, alcanzando una balanza comercial positiva de 151 millones de dólares, le siguen Estados Unidos con 88.4 millones, Rusia con 72.6 millones, Chile con 47.3 millones, Países Bajos con 37.9 millones, Reino Unido con 20.6 millones, Italia con 18.2 millones.
Al tomar en cuenta los principales productos exportados hacia los tres mayores mercados de las exportaciones ecuatorianas (Panamá, Estados Unidos y Rusia), es posible apreciar que los principales productos vendidos son: el petróleo, los crustáceos, el banano y las flores. Es decir, materias primas. La Organización de Naciones Unidas (ONU) publicó en 2011 un estudio sobre las desventajas que pesan sobre la dependencia económica hacia estos productos. En el documento se advierte que “las fluctuaciones de los precios de los productos básicos afectan directamente la incidencia de la pobreza, ya que la gran mayoría de los pobres depende de los ellos para su sustento”.
La ONU también advierte que los precios de las materias primas en los mercados internaciones son volátiles y el estudio añade que “Cuanto más dependiente de los productos básicos es una economía, es decir, cuanto mayor es la participación de los productos primarios en las exportaciones de un país, es más probable que sea vulnerable a los shocks de precios”. Pero las desventajas se profundizan aún más, el informe también señala que “la mayoría de los países que dependen de los productos básicos ya sufren de pobreza generalizada y tienen bajos indicadores de desarrollo humano”.
Un documento del Centro del Sur, organización intergubernamental de países en desarrollo, sostiene que los productores “que participan en la producción de productos básicos son con frecuencia los estratos más pobres de la población y su sustento depende, en la mayoría de los casos, únicamente de los ingresos generados por esta actividad económica”. También el organismo enfatiza que los precios que se paga a los productores primarios se deterioraron entre 1980 y 2005 y que “Cuando este fenómeno alcanza un cierto nivel y los productores ya no pueden mantener sus medios de vida, puede producir un caos social que resulte en migraciones y disturbios civiles”.
Los estudios mencionados también sugieren que las economías se diversifiquen, para lo cual los países deben encontrar fuentes de ingresos alternativas. La dependencia de materias primas de los países en desarrollo contrasta con lo que el autor Richard Florida califica como economía creativa o del conocimiento, que depende de la creatividad para generar productos, servicios y fuentes de ingresos.
P.V.