La contracción económica actual es peor que la crisis de 1999.
Punto Noticias.- El estudio “Covid-19: la tragedia de los pobres” desarrollado por la fundación de investigación Donum, demostró que el Ecuador ha retrocedido 10 años en pobreza durante la pandemia. Los efectos de la crisis no solo se visualizan en la economía; están presentes en la salud, educación, empleo, entre otros.
John Cajas-Guijarro declaró que el estudio es de carácter sindémico (un analogismo entre sinergia y pandemia). Es decir, no solo se trata de un problema de salud, también presenta los problemas sociales. El estudio concluyó:
“La cruel sindemia entre coronavirus y economía en el capitalismo deja una clara enseñanza: ni una emergencia sanitaria capaz de provocar millones de muertes a escala mundial, ni la mayor crisis económica de la historia reciente capaz de incrementar la pobreza y el hambre de forma abrupta, ni la urgencia que tienen decenas de naciones empobrecidas del Sur Global por acceder a las vacunas para enfrentar a la COVID-19 (…), ni las imágenes dantescas de personas muriendo en las calles (como en Guayaquil en 2020) (…) Nada cambiará la esencia de los dueños del capital: las ansias permanentes de acumular el poder de transformar en mercancías prácticamente todas las dimensiones de la vida humana”.
Los niveles de pobreza del Ecuador alcanzan el 35%; la pobreza extrema está en el 15%: el país retrocedió a los parámetros de 2010. Según Cajas-Guijarro este problema es similar en América Latina, porque la región es muy sensible a los cambios de los precios de los productos primarios.
Más de 250 hogares que participaron en la investigación afirmaron que en la pandemia sufrieron “pérdida de ingresos”, “pérdida de empleo” y “la muerte de algún familiar” o allegado.
Estancamiento prolongado
A pesar de que los precios del petróleo se recuperaron con respecto al año anterior, para el país eso ya no resulta suficiente. Este hecho genera un “espejismo” en los problemas sociales que ya existían antes de la pandemia, y que se agudizaron por las condiciones actuales. Cajas-Guijarro subrayó que este momento es comparable con la “Gran depresión” de 1929. Por lo tanto, puede llevarnos a un estancamiento prolongado, que puede durar hasta una década. El autor mencionó:
“La actual es nuestra versión de la Gran depresión del 29, pero esta vez para la periferia del mundo capitalista”.
Peor que la crisis de 1999
La reducción del PIB en la crisis bancaria de 1999 fue de 4.7%: la caída actual de este indicador es del 7.8%. El Ecuador vive la mayor contracción económica de su historia.
Según estimaciones del Banco Central, 532.000 ecuatorianos perdieron su empleo. El sector productivo presentó pérdidas por USD 12.791 millones.
Nueva ola migratoria
Según declaraciones realizadas por Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada de México en Ecuador, 7 de cada 10 viajeros utilizan a México como país de paso para dirigirse a Estados Unidos.
El Ministerio de Gobierno informó que en julio salieron 22.218 personas que viajaron al país azteca; pero solo 6.564 retornaron: 15.654 se quedaron en otro país. Durante este año no han regresado 54.365 ecuatorianos. Durante el mes de julio, la patrulla fronteriza de EE.UU. capturó a 17.314 compatriotas.
Posibles soluciones
El estudio sugiere a los Gobiernos tomar medidas urgentes, como “inyectar recursos a los sectores más vulnerables de inmediato. Este es un ejemplo de lo que ha hecho el mundo”. Es decir, se deben aplicar políticas redistributivas para favorecer a los sectores más débiles de la sociedad.
Por otra parte, Cajas-Guijarro planteo que si se aplica un impuesto del 5% a los patrimonios de los 300 grupos económicos más poderosos del país, el estado recibirá USD 2.400 millones, que servirán para acabar con el hambre.
La inversión podría solucionar el problema que viven muchos menores, debido a que, en promedio, uno de cada cinco niños sufre desnutrición; en zonas rurales, la mitad de los infantes tienen problemas de alimentación.
Inclusive el Fondo Monetario Internacional (FMI) entregó recursos a los países afectados por la crisis, sin exigir contrapartidas.
“Mientras que los Estados y los capitales se olvidan de los más vulnerables, han surgido múltiples iniciativas de solidaridad desde las mismas familias, (…), personas desinteresadas entregando su esfuerzo por develar la realidad del momento, grupos y organizaciones con posiciones políticas críticas, y demás formas de apoyo mutuo entre sectores populares. Así parezcan invisibles ante las grandes discusiones de la economía y la crisis, el pueblo sigue buscando formas de salvar a los suyos. Si bien esas iniciativas no son suficientes para contrarrestar todos los impactos de la mayor crisis de nuestra historia reciente, al menos son semillas cuyo legado sin duda perdurará”.
Link para leer el estudio completo:
https://saludyderechos.fundaciondonum.org/wp-content/uploads/2021/07/Covid-tragedia-de-pobres.pdf
N.A.
Fuentes: Fundación Domun/ Agencia EFE/ Pichincha Comunicaciones