El cambio no consta en la reforma a la Ley Orgánica de Educación Intercultural, pero se concretó en el cronograma escolar del régimen Costa-Galápagos.
Este jueves 23 de febrero del 2023, María Brown, ministra de Educación, anunció: «volvemos a períodos lectivos de tres meses, a la división por trimestres del año lectivo». Según dijo, en una entrevista con Ecuador TV, eso permitirá tener una evaluación permanente del desempeño de los estudiantes y tomar medidas preventivas cuando se identifique a quienes no alcancen los niveles académicos esperados.
En Ecuador, el año lectivo ha estado dividido en dos períodos académicos, llamados quimestres. Los quimestres reemplazaron a los trimestres a partir del Reglamento General a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), que consta en el Registro Oficial 754 del julio de 2012.
En el capítulo sobre régimen escolar se precisa que el año lectivo se debe desarrollar en un régimen escolar de dos quimestres en todas las instituciones educativas públicas, fiscomisionales y particulares. Y, debe tener una duración mínima de 200 días de asistencia obligatoria, contados desde el primer día de clases hasta la finalización de los exámenes del segundo quimestre.
Mientras, en la reforma al reglamento, expedido hace cinco días, el 18 de febrero, no se habla explícitamente de este cambio. Consultada al respecto, la ministra María Brown contestó: «en el reglamento se deja flexible y el cambio lo hemos hecho mediante el cronograma escolar. Ahora si se fijan no se habla ni de quimestres ni de trimestres».
En esa línea, ayer el Ministerio publicó el cronograma escolar para los estudiantes de planteles públicos en el régimen Costa-Galápagos 2023-2024, dividido en trimestres.
Así, en televisión, la ministra Brown dijo: «ahora permitimos que las instituciones definan si quieren organizar bimestres, quimestres o trimestres; tienen autonomía, pero en lo fiscal será trimestral». Además habló de lo que llamó un cambio importante en la evaluación: se eliminan los exámenes remediales y de gracia, se mantendrán solamente los supletorios.
También, María Brown mencionó que se trata de una medida intermedia. Hace muchos años, dijo, cuando se plantearon los quimestres y un mecanismo de promoción automática de estudiantes y varias oportunidades para recuperar el último examen, con mucho peso en el examen final, había una razón de ser, con las mejores intenciones…
«Se buscaba que sea inclusivo, pero el efecto ha sido negativo. Hay estudiantes que se han promovido sin alcanzar los estándares mínimos, tenemos estudiantes en octavo de básica que no saben leer o no comprenden lo que leen. Es imposible que continúen en secundaria de forma exitosa», anotó Brown.
¿Qué opina un exministro?
Augusto Espinosa fue ministro de Educación desde mayo de 2013 hasta noviembre de 2016. En Ecuador, apunta, hay un solo sistema educativo. Así que deberían haber criterios homogéneos para colegios públicos o particulares. Si ahora el Ministerio considera que los trimestres son lo mejor, ¿por qué discriminar a los estudiantes de los planteles fiscales de los de privados?, pregunta.
Es así, que opina, que «todos tienen derecho a la mejor educación posible. No se debe crear esa diferenciación». También le gustaría conocer si existe un estudio que haya servido de base para tomar esa decisión. Estaría de acuerdo con hacer un pilotaje, para tener evidencia empírica.
¿Qué le parece dejar solo un supletorio y no dar más oportunidades a los estudiantes?
Augusto Espinosa hace un reflexión. Detrás de este cambio, cree, hay un concepto mayor que rige a todos los gobiernos de derecha, no solo al de Guillermo Lasso.
«La idea del individualismo, el individuo debe hacer sus propios méritos para avanzar en la vida». Nosotros -comenta Augusto Espinosa- teníamos otro paradigma, que entiende que el entorno incide en los resultados.
«Sí se requiere una corresponsabilidad, el esfuerzo del individuo, pero hay que darle facilidades para conseguir objetivos. En nuestro concepto, es responsabilidad del sistema educativo posibilitar el desarrollo; no decir ya perdió el año, es un desecho de la sociedad».
Para el exministro Espinosa, en su concepto no se trata de que cada uno asuma la responsabilidad de perder un año lectivo sino cómo hacemos, desde el Ministerio, para que todos avancen. «No se quedan rezagados por vagos o porque no desean aprender, existen factores asociados que limitan el aprendizaje: un niño que no está bien alimentado tendrá problemas de aprendizaje u otro que debe dedicarse a la venta ambulante. No es cosa de decirle salados, si no pasas el supletorio».