Editorial de Radio Pichincha
Si fuese solo cosa del Gobierno ya daríamos por hecho que no pasa nada, nadie habla, ni tampoco hace se refiere al tema para explicarlo o darle alguna salida, pero en la práctica el desempleo crece y crece y nada parece detenerlo.
Por supuesto, el ministerio del Trabajo dirá lo que sea, pero las cifras hablan de que solo por los apagones hay alrededor de 5 mil despidos y de seguir podría triplicarse por cada mes de cortes y apagones.
Y así, hasta resultaría entendible que las empresas tomen decisiones de esa gravedad porque si no producen, si no tienen energía, cómo venden y como sostienen los empleos. Pero no es entendible, porque para eso debería existir un Estado, que atiende las urgencias y no solo hace TikToks.
Si las cifras del desempleo crecen y crecen es posible que el panorama electoral no sea favorable al Presidente-Candidato y a los demás si no tienen una respuesta sensata e inmediata todo será una lotería y cualquiera podría instalarse en Carondelet aunque del tema, del desempleo, no tenga una sola idea de solución o menos aún de respuesta efectiva.
Lo que no se quiere reconocer es que el país ha entrado a eso que todos tienen en mente: UNA QUIEBRA TOTAL.
Para que un país quiebre hay solo dos causas: una catástrofe inesperada y un gobierno inepto. La primera no ha ocurrido a pesar de que el estiaje sea duro y crudo.
Todo eso se pudo prever y hasta planificar, pero por ganar la consulta de abril dejaron todo en manos de gente incapaz y sometida a los caprichos políticos.
Y la segunda está más cerca de la realidad por lo que se ve a diario, por la improvisación a la hora de nombrar ministros y también por la carencia de una estrategia inteligente para administrar esta crisis.
Todo lo que digan y hagan para maquillar cifras y demás, no ocultará el incremento sostenido del desempleo.
Y, de seguir así, en otras circunstancias, tendríamos a los sindicatos en las calles o a los estudiantes protestando, pero parece que ya nadie se espanta o se perdió la empatía con los afectados. PUNTO