El dinero electrónico y la banca privada, fue un tema de análisis en el segmento Punto y Contrapunto de Radio Pichincha Universal, con los asambleístas, Ximena Peña (PAIS), Fabricio Villamar (CREO); y Po Chun Lee, economista y docente del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
No hay el compromiso de dar paso abiertamente para que la banca privada maneje el dinero electrónico, pero sí tenemos que debatir y trabajar en una propuesta con el ejecutivo para sacar una normativa de manera integral, así lo explicó la asambleísta Peña, quien agregó que el bloque PAIS está analizando una decisión viable para regular la administración de ese medio de pago.
“Hay voces al interior de la bancada que dicen que no hay necesidad de reformar la ley sino que puede hacerse un reglamento y otros quieren un cambio en la ley”, agregó la legisladora a la vez que sostuvo que el uso del dinero electrónico debe tener tarifas idóneas para la ciudadanía, pues el objetivo es impulsar la economía a todas las provincias y no buscar otro medio de lucro para la banca privada.
Peña informó que al Ecuador le cuesta dos mil millones de dólares inyectar liquidez a la economía por lo que a través del uso del dinero electrónico se espera que ese valor se reduzca a 400 millones en cuatro años.
Por su parte, Villamar explicó que el sector de la oposición no estaba en contra del uso del dinero electrónico, sino que su preocupación se basaba en la utilización de esa moneda sin respaldo físico por el Banco Central.
“Por ello ahora se plantea la necesidad de que se maneje en la banca privada con el respectivo respaldo”, puntualizó el legislador indicando la necesidad de generar confianza en la ciudadanía para su uso.
A la banca hay que pedirle servicios y generar condiciones para la inversión, dijo Villamar, pues no solo se trata de cobrar a la ciudadanía por el servicio sino también darle privilegios por el uso.
El economista Lee explicó que la utilización del dinero electrónico va más allá de generar confianza, pues se trata de un proceso de aceptación porque más allá de quien lo maneje, lo que le importa a la ciudadanía es conocer si los costos son convenientes y si existen los elementos de seguridad para realizar sus transacciones o compras.
Incluso dijo que la liquidez que puede quedar por el uso del dinero electrónico debe regresar al pueblo para que palpe los beneficios del mismo, especialmente a los menos visibilizados como los de la Economía Popular y Solidaria.