La reciente remoción de sedimentos visibiliza el deterioro ambiental que sufre Puná, el inútil procesamiento de la basura es el motivo principal para que el plástico destruya la naturaleza.
Solamente han pasado tres días de la minga de limpieza, cuando retiraron 1 200 sacos de desechos, nuevamente se puede ver en Bellavista una cubierta de desechos plásticos y desperdicios.
La basura plástica abunda en Puná, las comunas Bellavista, Estero de Boca, Cauchiche y Subida Alta, tienen una gruesa capa de plástico por todas sus orillas, las cuatro mingas realizadas por el Municipio no dieron los resultados que esperaban sus habitantes, quienes en su vida habían vista tanta basura en el lugar.
“La culpa es del dragado del acceso al Puerto de Guayaquil”, dicen los moradores de estas playas en esta parroquia rural, muchos han observado a las dragas dejar el material desenterrado del golfo, muy cerca del sector, un lugar autorizado por el Ministerio del Ambiente, cuando planificaron estas labores.
El Ministerio del Ambiente y el Municipio de Guayaquil, indican que “no se sabe con exactitud de dónde proviene la basura”.
La bióloga Daniela Hill, máster en Administración Ambiental, explica al respecto que es probable que la remoción de sedimentos y las corrientes hayan incidido en el problema, pero advierte que eso no es lo grave.
Lo que logró el dragado en realidad es la visibilización de la contaminación del mar por la basura. Y no solo en Puná, sino en El Morro, Posorja, Playas y demás lugares costeros”.
El golfo ha recibido a lo largo de estos años la basura del país, el dragado logró desenterrarla. Ahora son miles de plásticos que alfombran las orillas de Puná, eso solo es la punta del ovillo.
Estos problemas necesitan acciones interinstitucionales para el tratamiento adecuado de desechos, control de sobreproducción de artículos de plástico de parte de compañías que no procuran el retorno de envases, y la educación ciudadana para concienciar el problema.
Un activista argentino es Luis Martínez, asesor ambientalista, quien manifiesta que una de las soluciones urgentes, a más de la coordinación interinstitucional, es realizar políticas públicas que permitan dirigir un cambio integral procesando los desechos.
En Puná, el turismo es una de las inversiones más afectadas, tanto para el turista como para la comunidad, “Gastamos 19 millones de dólares en una campaña de turismo y entregamos playas insalubres y zonas sin tratamiento de agua y sin relleno sanitario”, señala la catedrática Natalia Molina.
Los pescadores son los más afectados en sus faenas en el mar, la gastronomía por los suelos. La contaminación es tan alta que se ven animales marinos, peces, conchas y hasta chivos muertos en las orillas de esta zona costera.
Las normativas para el dragado contemplan planes de manejo ambiental y de remediación, aprobados por Ministerio de Medio Ambiente en coordinación con el Cabildo Municipal y la Prefectura de Guayas, y realizan el seguimiento de estas actividades para atender posibles afectaciones en el tráfico marítimo, las actividades de pesca artesanal y ciertas alteraciones en la calidad del agua.
En conclusión el impacto ambiental del dragado de acceso al Puerto de Guayaquil determina que la navegación de las dragas generará emisiones de gases contaminantes que pueden afectar la calidad física y química del agua, por la suspensión de los sedimentos finos, lo que conllevaría a un aumento en la turbidez.
Además, la calidad de agua puede deteriorarse por derrames accidentales de combustible durante las actividades del proyecto, lo que destruye la calidad del sedimento marino, debido al reflote de sedimentos y movimiento del mismo por las corrientes marinas.
Fuente: El Expreso