En la jornada de este miércoles participarán diversas organizaciones, incluidos los sectores agropecuarios.
Punto Noticias. Este miércoles 15 de septiembre, el presidente Guillermo Lasso enfrentará la cuarta jornada de protestas, desde que asumió el poder el 24 de mayo.
El rechazo a la elevación del precio de los combustibles; falta de atención al sector agrícola; los anuncios en torno a un nuevo Código de Trabajo y la reforma tributaria, son los reclamos.
El punto de encuentro de la movilización de este día, en Quito, será, a las 16:00, en la Caja del Seguro Social, al norte, desde donde caminarán hacia la plaza de Santo Domingo, en el centro. El dirigente del Frente Unitario de los Trabajadores (FUT) José Villavicencio explica que están convocadas 13 organizaciones que conforman el Frente Popular y las seis organizaciones del Frente Unitario, por lo que espera que haya al menos 5.000 manifestantes.
El punto de concentración en Santo Domingo de los Tsáchilas será la Y del Indio Colorado y caminarán hacia los exteriores de la Gobernación. En Quevedo y Babahoyo se unirán arroceros, transportistas y bananeros.
Que se congele el precio de los combustibles; que se inicie la discusión sobre la situación de la seguridad social; el rechazo a la normativa paralela al Código de Trabajo, anunciada por las autoridades, entre otros puntos, conforman la plataforma de lucha.
Villavicencio reclamó que el Gobierno no ha tomado en cuenta los criterios del sector sindical y gremial. Desmintió al ministro de Trabajo, Patricio Donoso, quien sostuvo que el proyecto de Ley de Oportunidades Laborales se ha debatido con los gremios de trabajadores.
Arroceros rompen el diálogo
El dirigente de la Asociación de Arroceros, Luis Pilalto, declaró que ya “no tienen nada que hablar con la ministra de Agricultura, Tanlly Vera”, porque no ha escuchado los requerimientos del sector agrícola. La única solución es salir a protestar para insistir en sus exigencias, como la reapertura de la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA), la cual garantizará el pago justo del quintal de arroz y la compra por parte del Gobierno de la producción del pequeño y mediano productor, dijo Pilalto.
Los productores arroceros plantean que se abaraten los costos de producción, para lo cual se debería dar un control de los precios de los insumos agropecuarios, que es lo que está encareciendo los costos de producción, y que se deroguen los decretos que establecen el aumento de los combustibles.
El dirigente de este sector anunció que habrá un “gran paro nacional agropecuario”, en octubre.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) se sumará a las protestas, en rechazo el alza gradual del precio de los combustibles que mantiene el gobierno de Lasso. El sector indígena reclama que el incremento mensual de la gasolina y el diésel se va sintiendo en el campo, porque el transporte de los productos se encarece y, por tanto, golpea a los sectores de más bajos recursos.
Este tema ocasionó la movilización de octubre de 2019, en contra del gobierno de Lenín Moreno.
Mientras tanto, el presidente Lasso ha sido enfático en que no derogará los decretos que elevan el precio de los combustibles, porque causaría un grave daño al Ecuador. “Respetamos a todas las organizaciones, nunca cederemos a amenazas (…) No vamos a hacer lo que ellos quieran, sino lo que le conviene al pueblo ecuatoriano”, manifestó en su momento el mandatario.
La UNE protesta por los salarios
Los docentes agrupados en la Unión Nacional de Educadores (UNE) resolvieron plegar a la jornada de protesta, ante la falta de respuesta del Gobierno a la solicitud de que se les convoque para analizar los cambios que se realizarán a la Ley Orgánica de Educación Intercultural (LOEI), como lo dispuso la Corte Constitucional.
A criterio del presidente de la Federación de Cámaras de Industrias, Pablo Zambrano, la salida de la crisis no pasa por paros ni protestas. El éxito del plan de vacunación, con participación público y privada, es una demostración de hacia dónde debe ir el país. La meta ahora debe ser la generación de empleo, pero se necesitan consensos mínimos y no posiciones radicales. La Ley Oportunidades puede ser una ocasión de debatir soluciones y no quedarse en la oposición a todo.
Fuente: La Hora.