Editorial de Radio Pichincha
Si en la casa el padre de familia prefiere gastarse el sueldo en paseos, farras y en ropa cara, mientras uno de sus hijos padece de una enfermedad y requiere diariamente de medicamentos y una dieta especial, tenemos un caso patológico de irresponsabilidad y de asesinato no culposo.
Y siguiendo con ese ejemplo: si a ese padre le prestan plata, al chulco, pero ese dinero se lo gasta en pagar las deudas contraídas para gastarse en esas farras y esos lujos, entonces ya es un crimen imperdonable.
Más o menos así estamos en Ecuador: recibimos préstamos del FMI, pero apenas nos llega esa plata se va de vuelta al exterior para pagar las deudas que no sirven de nada. Y esto lo mencionamos a propósito de que la situación de Solca se pone cada día peor.
Ayer, el núcleo de Quito decidió unirse al de Guayaquil y ya no recibirá a nuevos pacientes derivados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), desde el próximo lunes. Con lo cual esas personas podrán morir en cualquier momento y el Gobierno dirá cualquier cosa, nos lanzará cualquier distractor y se lavará las manos, tal cual lo hizo en su momento Guillermo Lasso.
La Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador (Solca) emitió un comunicado, destacando que la falta de pago del IESS provoca una «escasez de insumos médicos y la severa limitación de medicinas oncológicas» en su inventario.
La deuda actual supera los 120 millones de dólares. Y hasta ponerse al día pueden pasar varios días o semanas, pero en esos días o semanas los pacientes con cáncer sufrirán los efectos de la falta de atención urgente o de emergencia si fuera del caso. Precisamente, porque la falta de recursos ha comprometido seriamente el suministro de medicamentos y la operatividad de equipos.
Y como una gran respuesta el ministerio de Salud ha dicho que pagará apenas 18,3 millones de dólares a Solca hasta fin de año.
No olvidemos que Radio Pichincha publicó ayer una información que da cuenta de cuáles son las prioridades del actual Gobierno: duplicó el presupuesto del Centro de Inteligencia Estratégica (CIES).
El Presupuesto inicial del CIES en 2024 era de 21,68 millones de dólares. Sin embargo, hasta julio de este año, este monto aumentó a 41,67 millones. Es decir, en seis meses del año, el presupuesto aumentó 93%, el equivalente a 19,99 millones.
Entonces sí hay plata para espiar periodistas y adversarios políticos, pero no para salvar vidas y menos aún para garantizar prevención, como es el caso de miles de compatriotas que sin recursos esperan que sus aportes al Seguro Social sean para garantizar su vida. PUNTO