Andrés Luna Montalvo
Ahora que todo gira alrededor de la emergencia mundial provocada por la propagación del Covid-19, las programaciones deportivas se piensan a futuro en función de lo que esta pandemia demanda para poderla derrotar. Varios países que anuncian haber superado la curva de contagios, se prestan para reanudar sus competiciones deportivas en el mediano plazo, pero hay un recetario que deberá cumplirse al pie de la letra si no se quiere despertar nuevamente al monstruo.
Las poderosas y millonarias ligas de fútbol europeas serán quienes regresen a nuestras pantallas en unas semanas, siempre y cuando los aficionados comprendan que deben estar muy lejos de los estadios y conformarse con alentar al club de sus amores desde la sala o habitación de su casa. Este no es un detalle menor cuando reparamos en que clubes como el Borussia Dortmund en Alemania, el Barcelona de España o el Liverpool en Inglaterra, son instituciones que agrupan a más de cien mil socios que pagan una cuota anual para poder asistir presencialmente a estadios, que semana a semana tienen su aforo completo y representan un altísimo porcentaje de su presupuesto.
Los ultras franceses se oponen a que su torneo se reanude sin público y se espera que los italianos no repitan la bochornosa escena de agruparse masivamente afuera del estadio mientras sus equipos juegan dentro. Sin embargo, los requisitos para que el balón vuelva a rodar consisten en rigurosas medidas preventivas que exigen a los clubes pruebas semanales de Covid-19 a todo el plantel de jugadores y cuerpo técnico, pruebas semanales de Covid-19 también a los familiares con quienes viven los antes mencionados y un celoso seguimiento para que estos no acudan a lugares de concentración masiva, debiendo hospedarse en grandes hoteles que los aíslen de cualquier contagio antes de cada compromiso.
En estas circunstancias, los clubes evaluarán si sus economías les permiten acogerse a estas exigencias y de esa forma volver a las pantallas de todo el planeta, mientras que el público deberá esperar una sola exigencia que ha sido anunciada por la comunidad científica antes de juntarse nuevamente con miles de personas en los graderíos: primero se inventa la vacuna contra el Coronavirus y luego los hinchas vuelven al estadio, alertando que, siendo optimistas, este escenario podrá cumplirse no antes del primer semestre del 2021.