Por Andrés Durán
Esta segunda entrega detallará el lado oscuro del timonel de todas las empresas públicas del gobierno.
Investigación.- Hernán Modesto Luque Lecaro, el protagonista detrás de la gestión de la Empresa Coordinadora de Empresas Públicas (EMCO), quien fue vicepresidente del Banco de Guayaquil, es uno de los hombres duros de Lasso.
Según la Senescyt, Luque no cuenta con título profesional, aunque en el portal web de la EMCO se dice que tiene formación académica en Florida State University y en el Tecnológico de Monterrey.
Por las manos de Lecaro transitan USD 928 799.479. Esta suma es el aporte anual de las empresas públicas del gobierno al Ministerio de Finanzas, según el reporte de la propia EMCO.
Lecaro controla indirectamente 8 empresas públicas y estratégicas: Petroecuador, Flopec, Empresa Nacional Minera (Enami), Empresa Pública del Agua (EPA), las corporaciones Eléctrica del Ecuador (Celec), la Nacional de Electricidad (CNEL) y la de Telecomunicaciones (CNT).
Vida, pasión y obra…
El mero mero de las empresas públicas forjó su carrera en el sector privado y financiero. Ocupó importantes cargos en el Banco Amazonas. Fue vicepresidente de Negocios, vicepresidente Comercial y vicepresidente de Banca Personal.
Años más tarde se convirtió en vicepresidente de Oficinas del Banco de Guayaquil. Luque asegura que con su presencia en estos puestos los bancos ganaron liquidez y solvencia.
También administró un total de siete empresas privadas, actividad que le dejó un importante portafolio de contactos.
En 1995 estuvo involucrado con General Tire, para el 2000 pasó a la inmobiliaria Dalcapio y se dedicó a la venta villas en la provincia del Guayas.
En 2003 Luque puso a prueba su versatilidad y asumió un nuevo giro de negocio: la publicidad, el marketing y los estudios de mercado. Aparentemente, no le fue bien, ya que la empresa Gestomarket nunca declaró utilidades.
Años después volvió al sector inmobiliario. Al frente de la Promotora Inmobiliaria Urbana sufrió una demanda; Jessica Pluas exigió a Luque Lecaro la indemnización por daños y perjuicios debido a la venta de una casa que nunca se entregó. La deuda ascendía a USD 26.000 y el juicio se lo llevó a cabo en 2013, según la propia providencia del Consejo de la Judicatura.
Posteriormente, Luque incursionó en un nuevo negocio: la venta de lubricantes de autos. Administró la empresa Oilmax entre 2014 y 2015. Hoy, el consorcio se encuentra inactivo.
Los business de don Luque
Los vínculos de Luque Lecaro son los mismos que cualquier banquero construye con el pasar de los años. Relacionado con el cuño liberal y neoliberal del aparataje financiero del país.
En 2014 la empresa Danub fue denunciada por la Superintendencia de Compañías y la Junta Bancaria. Danub celebró un contrato con Seguros Confianza, el mismo que tuvo un bono extraordinario de USD 1 179.008, entre los años 2011 y 2012.
Ambas empresas acordaron la prestación de servicios, cuyo objeto era proporcionar asesoría gerencial, relacionada con el análisis financiero, mercado de seguros y créditos.
Lo llamativo, según la resolución de la propia Junta Bancaria, fue que la empresa Danub tenía otro objeto comercial: edificar, adquirir y urbanizar bienes inmuebles. ¿Qué relación tiene con el sistema bancario? Ninguna, pero a pesar de ello el contrato se celebró.
Los accionistas de ese entonces fueron sancionados con una multa pecuniaria de USD 14.721.
[pdf-embedder url=»https://www.radiopichincha.com/wp-content/uploads/2022/07/Danub.pdf» title=»Resolución de la Junta Bancaria «]
¿Cómo se conecta este hecho con Luque Lecaro?
En 2018, Modesto constituyó junto a su familia, la empresa Creditline. Los accionistas iniciales fueron sus hijos, Hernán y Valeria. Sin embargo, Luque Lecaro se convirtió en gerente general, y posteriormente, en accionista mayoritario.
Lo novedoso es que Creditline también presta servicios financieros, sin haberse registrado ante la Superintendencia de Bancos. Y qué casualidad que el 15 de julio de 2019 la empresa Danub absorba las acciones de los hijos de Luque Lecaro y se convierta en accionista de Creditline.
Sí. La misma empresa que fue denunciada y sancionada por la Junta Bancaria en 2014 se convirtió en dueña de Creditline, la empresa de la familia.
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¿Un posible caso de “banca en la sombra”?
¿Qué hay de una institución que parece un banco y actúa como un banco, pero a menudo no es un banco?
El Consejo de Estabilidad Financiera del G20 definió a la “banca en la sombra” como “las entidades fuera del sistema bancario regulado que realizan la función central de la banca: la intermediación del crédito”. Es decir, obtienen dinero de los ahorristas y lo prestan a los prestatarios.
Luque Lecaro mediante Creditline hace exactamente lo mismo que un banco, sin ser un banco.
El portal www.creditline.com.ec se presenta como una “alternativa para el financiamiento del mercado PYME orientada a ofrecer servicios de factoring y cobranza”. El factoraje no es más que llevarse una parte de las ganancias de las empresas a cambio de liquidez.
Esta actividad está regulada por la Superintendencia de Bancos, pero Creditline no aparece en el catastro público del ente de control.
Para el exministro de Economía, Carlos de la Torre, los casos de banca en la sombra son realmente perjudiciales para el sistema, ya que están involucrados con esquemas piramidales, no declaran utilidades y tampoco cuentan con mecanismos de control.
De hecho, este fenómeno conocido en el mundo anglosajón como “shadow banking” es responsable del aumento de las tasas de interés creditico y la falta de respaldo para el endeudamiento, provocando un sobrendeudamiento no declarado, así lo reveló el informe de Monitoreo de La Banca en la Sombra Global 2018.
Lo curioso es que existen codificaciones emitidas por la propia Superintendencia de Bancos en las que se detallan los requisitos, permisos y reglas para compañías auxiliares que brindan servicios financieros. Normas, que supuestamente, Creditline estaría eludiendo.
Tanto los informes financieros de Creditline como sus impuestos tienen victorias pírricas. En 2020 declaró ingresos por USD 5.220, mientras que en cuatro años de existencia pagó un impuesto a la renta de USD 72.
Radio Pichincha se comunicó con la dirección de comunicación de la EMCO para recopilar la versión de Luque Lecaro. Sin embargo, aseguraron que su agenda es apretada y valorarán el pedido de entrevista.
Un banquero, siempre es un banquero. Este el perfil de Luque Lecaro, el hombre que controla los principales activos del Estado.