En el video en el que anuncian esta decisión, como un último acto, cierran el telón pero Pablo Aguirre queda por fuera. Al percatarse, se apresura a ingresar a ese espacio en el que muchos artistas recibieron, de pie, los aplausos del público.
Punto Noticias. Una sombra de tristeza se ha posado sobre la comunidad artística de Tumbaco, de Quito y del país entero, tras el anuncio del cierre definitivo de «El Telón de Aquiles», un espacio cultural que durante siete años ha sido hogar para creadores, artistas y amantes del arte en la zona.
César Salazar, Pablo Aguirre, y Chrispher Bauman han sostenido el proyecto durante este tiempo. Salazar compartió con profundo pesar los motivos que llevaron a esta dolorosa decisión. “Debido a que el teatro no es sostenible, tenemos que cerrarlo”.
Aguirre relató que “El Telón de Aquiles” nació con la noble intención de brindar un espacio acogedor y vibrante a los talentos locales, así como al público ávido de cultura en este sector.
A lo largo de su existencia, este centro cultural se destacó por ser un punto de encuentro donde las manifestaciones artísticas cobraban vida. Música, teatro, danza, exposiciones y todo tipo de expresiones creativas encontraban su lugar en las acogedoras instalaciones de El Telón de Aquiles.
El público de Tumbaco tenía la oportunidad de disfrutar y sumergirse en una amplia variedad de propuestas culturales de calidad.
No obstante, a pesar de los esfuerzos y el apoyo de la comunidad, el proyecto no logró sostenerse. Diversos factores, entre ellos, la falta de respaldo financiero suficiente, llevaron al inevitable cierre del espacio cultural.
«Es una decisión desgarradora para todos nosotros. Hemos luchado hasta el último momento, pero las circunstancias nos han llevado a esta dolorosa conclusión», agregó Aguirre.
Su cierre se suma a una larga lista de espacios culturales que han tenido que cerrar sus telones en Quito.
En el video en el que anuncian esta decisión, como un último acto, cierran el telón pero Aguirre queda por fuera. Al percatarse, se apresura a ingresar a ese espacio en el que muchos artistas recibieron, de pie, los aplausos del público.