Editorial de Radio Pichincha
Es difícil asegurarlo, pero también es muy complicado no descartarlo. Hay demasiadas evidencias que dan cuenta de una realidad: “casualmente” en la víspera de un proceso electoral se asesinan candidatos, figuras políticas y se acude a actos de terror. Ayer, por ejemplo, incendiaron vehículos, buses y camiones en Guayaquil.
De verdad, es muy delicado asegurarlo o al menos sospecharlo. Primero porque decirlo nos pone en riesgo, en riesgo de muerte, de amenazas, que ya hemos vivido y que no han dejado de hacerlo, bajo anonimatos o con personajes que se escudan en la victimización para atacarnos.
Y no solo es el ataque, el asesinato, el atentado. Ya resulta muy sospechoso que nos hayan creado y construido el miedo y el terror para vendernos la solución, con empresas privadas de seguridad, privatizar la seguridad, para que determinados personajes ganen mucha plata. Incluso, ahora nos ofrecen la implementación de tecnología y de armamento y tanquetas que no saldrán precisamente de un concurso ni de una terna de empresas, sino de quien quiere sentarse en Carondelet, como ya lo ha hecho con ciertas alcaldías, como la socialcristiana de Guayaquil con las cámaras de seguridad.
Si ahora tenemos un banquero que llegó al poder para perdonarse las deudas de su banco con el Estado, ¿ahora un empresario de la seguridad quiere el Gobierno para hacerse de todos los contratos para blindar carros, poner más cámaras del ECU911 y la implementación de tecnología en la Policía y las FFAA?
Ya queda claro, ya no es solo sospecha, que estos meses nos han metido miedo, han creado un estado de terror, para que venga un “salvador” bien “armado”, lleno de plata, para que nos dé, supuestamente, la solución inmediata.
Ojalá tengamos mayor conciencia, porque si aquellos que meten miedo y terror, no solo con poses de “rambos”, sino también con denuncias infundadas para generar más miedo o sospechas, ya sabemos hacia a dónde apuntan, porque los hemos visto varios años haciendo lo mismo y con qué propósitos. PUNTO