Le dijeron que el ascenso post mortem que recibiría era honorífico.
Punto Noticias. El pasado lunes 23 de diciembre, en el campo de ceremonias de la Escuela de Cadetes de Policía General Francisco de Paula Santander, en Bogotá, se realizó un homenaje póstumo a los 22 cadetes que fallecieron a causa de la activación de un coche bomba, hecho que se le atribuyó al ELN.
La ecuatoriana Erika Sofía Chico Vallejo fue una de las víctimas mortales. Once meses después de haber perdido a su hija, Roberto Chico recibió por parte del Estado Colombiano el ascenso post mortem, a subteniente, de Erika.
Además, el primer mandatario de esa nación, Iván Duque, reconoció la nacionalidad colombiana de la estudiante ecuatoriana, por lo que su familia obtiene los beneficios de Ley de su pensión y prestaciones.
Todo lo contrario sucedió en nuestro país, según contó Chico, quien dice que tanto él como su familia sufrieron un desgaste psicológico, por el viacrucis que han pasado con el fin de lograr el ascenso post mortem y los beneficios de ley que ello implica.
Tanto la ministra de Gobierno, María Paula Romo, como el vicepresidente de la República, Otto Sonnenholzner, negaron esa posibilidad, cuando en principio, luego de la respectiva consulta, le dijeron que sí procede el ascenso.
Romo, según Roberto Chico, le adelantó que, en la segunda semana de marzo de 2019, a más tardar, le entregarían la resolución del ascenso, en su casa. “Nunca llegó ese día. Nunca más me volvió a contestar”, señaló.
El padre de la cadete de Policía comentó que, a pesar de que Romo declaró que Procuraduría dictaminó que su hija tenía todos los derechos de un policía en servicio activo, luego le dijeron que el ascenso era honorífico. Es decir, no tenía derecho a pensión y montepío, como manda la ley.