En la década del correísmo, a los pobres les fue menos mal y a los ricos y grupos poderosos les fue mucho mejor que antes, así lo resaltó, Alberto Acosta, expresidente de la Asamblea Constituyente, quien explicó que del 2007 al 2016 la banca privada tuvo una utilidad que alcanzó los USD 2.820 millones de dólares, incluso cuando en el año anterior el Producto Interno Bruto (PIB) cayó en el 1.5%, ese sector registró una utilidad de USD 220 millones.
Sin embargo no todos los bancos ganaron por igual, dijo Acosta, detallando que de los USD2.820 millones el 84% se concentró en seis bancos:
Pichincha con $703 millones que representa el 25%
Pacífico con $447 millones que representa el 16%
Guayaquil con $428 millones que representa el 15%
Produbanco con $289 millones que representa el 10%
Internacional con $255 millones que representa el 9%
Bolivariano con $239 millones que representa el 8%
En los diez años de gobierno de Rafael Correa, “hubo un manejo económico que no era de un proceso de transformación porque aunque se redujo la pobreza, la riqueza se consolidó cada vez más, hubo tanto dinero que el gobierno invirtió en carreteras, educación, salud, se redujo la pobreza gracias a una mayor distribución pero simultáneamente subieron los grandes grupos económicos como la banca, que son poderosos y siguen controlando la estructura ecuatoriana”.
Las prácticas monopólicas no han cambiado en este tiempo, aseguró Acosta, reseñando que los seis bancos antes citados también controlan el 83,5% de créditos y depósitos a la vista y a plazo fijo.
Pichicha controla el 31,1% en créditos y 29,4 en depósitos
Pacífico controla el 14,3% en créditos y 13,7% en depósitos
Produbanco 11,1% en créditos y 11,8% en depósitos
Guayaquil 10,6% en créditos y 10,4% en depósitos
Internacional 9,1% en créditos y 9,4% en depósitos
Bolivariano 7,4% en créditos y 8,7% en depósitos
El resto 16,5% en créditos y 16,5% en depósitos
La oligarquía es la que ganó más en esta década, reiteró Acosta, ejemplificando con otros casos como el sector de la azúcar donde tres familias controlan el 92% del mercado, en productos de higiene personal dos familias controlan el 76%, y así en la carne, el sector arrocero, etc.
¿Dónde quedó la revolución ciudadana?, cuestionó el economista, resaltando que a los ricos les fue demasiado bien en esta época.
De ahí que advirtió que la entrega del dinero electrónico a la banca privada es darle un 100% del control de todo. “Es seguirle dando más queso al ratón (…) La banca siempre gana”, sostuvo Acosta, quien agregó que nada garantiza que la banca entregue más dinero electrónico del que puede respaldar en físico, perjudicando el bolsillo de los ecuatorianos.
Para el exasambleísta el enorme control que se le está dando a la banca que se transformará en un poder económico y político que hará que el Ecuador retorne a la época antes de 1927, donde el Banco Central no existía y todo el dinero lo manejaba la banca privada.