Editorial de Radio Pichincha
No se puede seguir jugando con la inteligencia de la ciudadanía. Es imposible sostener una mentira o una manipulación de las leyes y la Constitución si cuando les conviene se acogen a las normas y cuando no hacen a su modo lo que les venga en gana.
Por ejemplo, el Ministro de Defensa acoge una decisión judicial y al mismo tiempo amenaza con perseguir a la jueza que determina una sanción. La Ministra de Trabajo no se hace cargo de una decisión de una subalterna que sanciona a la Vicepresidenta de la República y luego insiste que hace lo que, supuestamente, le manda la ley.
Y ahora, el Candidato Presidente se acoge a licencia para hacer campaña cuando sus voceros y él mismo decía que no hace falta. Y, encima más, ahora sí le delega a su funcionaria el cargo de Presidenta, cuando constitucionalmente le corresponde a la Vicepresidenta elegida en las urnas.
Todo esto se reduce, una vez más, a un absurdo insostenible: Daniel Noboa no quiere por nada del mundo a Verónica Abad en su puesto, aunque la Constitución le obligue. Y, siendo un asunto personal, acomoda todo el andamiaje legal e institucional a ese capricho individual y particular, que POR NADA DEL MUNDO DEBE IMPONERSE POR ENCIMA DE LAS OBLIGACIONES LEGALES.
¿Cuál es el temor de dejar a Abad en la presidencia en calidad de encargada si apenas son tres semanas y pico de campaña? ¿No hay posibilidad de un acuerdo, un arreglo racional y pacífico? Todo indica que no, pero por eso ¿tenemos que pagar todos los ecuatorianos y ecuatorianas?
En fin, un cuento de nunca acabar, pero a la vez da cuenta de una confluencia de intereses y, sobre todo, de temores por parte de esas autoridades de control que, si tuvieran las manos y la conciencia limpias, no demorarían un segundo en aplicar la ley e imponer sanciones a quienes la violan.
Ahora bien, hay dos dudas:
La primera: ¿Noboa hará campaña por horas y en esas horas tendremos el espectáculo millonario e inmediatamente después volverá a Carondelet para que hagan otro tipo de campaña como la que hizo este lunes y martes?
La segunda: la supuesta presidenta encargada, ¿qué hará en tres días? ¿Podría cambiar algo, mejorar algo, atender algo de todo aquello que la ciudadanía está demandando? ¿Le podrá desobedecer a su jefe y, por ejemplo, pedir la renuncia de esos ministros, como el de Defensa, que ya son insostenibles por todas las barbaridades que dicen y hacen?
Nada de eso ocurrirá, se hará lo que decida la voluntad del Candidato Presidente. PUNTO