Reino Unido volvió a sufrir un ataque terrorista. Al menos, esa es la hipótesis que baraja Scotland Yard, sobre la explosión ocurrida en un vagón del metro de Londres a las 8.20 am (hora local).
22 personas están siendo atendidas por las heridas provocadas por la bomba casera que estalló en la estación de Parsons Green, distrito de Fulham, en el suroeste de la capital británica.
La BBC sostiene que el dispositivo estaba conectado a un cronómetro para controlar su detonación y que buscaba herir y matar a un número grande personas.
El artefacto falló y por eso no se han registrado víctimas mortales, ya que el poder de daño que tenía el artilugio era muy superior a la deflagración ocurrida.
La primera ministra británica, Theresa May, dijo en su cuenta oficial de Twitter: “Mis pensamientos están con los heridos en Parsons Green y con los servicios de emergencia que responden valientemente a este incidente terrorista”. También el alcalde de la ciudad, Sadiq Khan habló de la entereza de la población de Londres que no será “intimidada o derrotada por el terrorismo”.
Se trata del quinto “ataque terrorista” ocurrido en lo que va del año en Reino Unido. Por fortuna, fue el primero en el que no hubo que lamentar víctimas mortales. Por otro lado, la policía asegura haber conseguido impedir otros seis atentados en 2017.