Editorial de Radio Pichincha
El 14 de mayo, ante todo, es un día especial para todas las familias ecuatorianas. En cada hogar rendiremos nuestro homenaje a nuestras madres, mujeres que son la potencia de la vida, el sentido del universo y el sostén de nuestra morada.
Toda la dicha posible, a pesar de las dificultades, de las carencias y del miedo que impera. Ojalá sea una buena ocasión para solidarizarnos, hermanarnos y llenarnos de un espíritu de confraternidad plena. Ojalá todas las familias tengan la oportunidad de sentarse a la mesa y compartir lo sencillo en unidad y alegría.
Y ese día también hay mucha actividad política, que no queremos dejar de mencionar porque de eso además depende que nuestras familias vuelvan a creer en la política, a pesar de algunos políticos. El cambio en las administraciones municipales, provinciales y parroquiales se ve con un aliento frente a la desesperanza generada por el gobierno central.
Hoy los alcaldes, prefectos, concejales y vocales de las juntas no le pueden fallar a su gente. Ya no estamos para nuevas traiciones y estafas políticas. Las nuevas autoridades locales tienen la obligación de asumir esta responsabilidad con un doble compromiso: resolver urgentemente los problemas dejados por sus antecesores, la mayoría con pésimas calificaciones; pero también generar los procesos de cambio en las estructuras institucionales para mejorar la calidad del servicio.
De la misma manera hay cambio o renovación de autoridades en la Asamblea Nacional. Esperamos que de seguir las actuales mejoren mucho más su trabajo. Y sabemos que ahí también hay un dato importante: serán renovadas las comisiones y en ese sentido hay una en particular que merece un remezón: la de Fiscalización. Su Presidente y Vicepresidenta han sido la demostración plena de la ausencia de imparcialidad, de sometimiento al Ejecutivo y de un servilismo aberrante.
Por todo ello este domingo será agitado. Auguramos que el lunes retomemos algo de oxígeno democrático a favor del pueblo, de su bienestar y que si hay un mensaje para don Guillermo sea el siguiente: LA DEMOCRACIA SE RESPETA, SE ASUME CON ÉTICA Y CON LUCIDEZ, NO SE LA MALTRATA Y NO SE LA MANCHA CON COMPRA DE CONCIENCIAS NI CHANTAJES POLÍTICOS. PUNTO