Las complicaciones se presentan al realizar las tareas escolares, en el incremento de la inseguridad por la oscuridad y en la preparación de los alimentos.
Al consultar con los vecinos sobre cómo sortean los apagones, se evidencia un malestar colectivo. Que ya no aguantan más, aseguran, sin embargo no queda otra opción que continuar.
Uno de los principales inconvenientes se registra cuando el corte de luz se da en horas claves, es decir, cuando los niños y jóvenes deben prepararse para ir a estudiar.
También en la noche, cuando oscurece y, en tinieblas, llegan a su hogar. Lo hacen con miedo, con el doble de miedo, porque si antes les asustaba la delincuencia, los apagones agudizaron el sentimiento de inseguridad.
🛑#Atención | Familias y negocios se han visto obligados a modificar su ritmo de vida, horarios y actividades para sobrevivir a los apagones. La mayor complicación es las tareas, escolares, el incremento de la inseguridad y la preparación de los alimentos. @evelincaiza94 recogió… pic.twitter.com/Nk2uh4HeWy
— Radio Pichincha (@radio_pichincha) October 15, 2024
«Estamos preocupados porque cuando cortan la luz no hay internet y los chicos necesitan para hacer las tareas, nos toca abastecernos y eso nos resulta complicado», indica Juan Andrango.
Añade que, debido a que tiene ducha eléctrica, y los horarios de los cortes no coinciden con las horas en las que pasan en casa, deben bañarse con agua fría. Le preocupa que sus hijos se enfermen.
Con él coincide Adela, a quién los apagones le trajeron gastos extras, pues debe trasladarse a la casa de su madre a cocinar y a bañar a sus hijos. Viaja desde la Floresta hacia la Magdalena.
Lo hace porque tiene cocina de inducción y ducha eléctrica. Recalca que teme que sus electrodomésticos se dañen. Está segura de que nadie responderá por ellos y no tiene dinero para comprar nuevos.
En los restaurantes, los inconvenientes no se dan únicamente por el miedo a que los alimentos se descompongan, también han tenido que modificar los horarios de entrada y de cocina.
Shirley Mejía señala que antes de los cortes de luz ingresaba a trabajar a las 7:00 ahora le toca llegar a las 5:00 para adelantar licuando, batiendo y avanzando en lo que más se pueda.
Agrega que, en su sector, los trabajadores han optado por realizar ‘home office’, pues las ventas han disminuido en gran cantidad «porque quienes iban a almorzar, ya no lo hacen».