En el emocionante cuarto juego de la Serie Mundial de la MLB, los oficiales del Yankee Stadium expulsaron a un fanático que interfirió en una jugada clave del jardinero derecho de los Dodgers, Mookie Betts.
El incidente sucedió cuando Betts intentaba atrapar un elevado de foul bateado por Gleyber Torres en la primera entrada, pero el aficionado lo interrumpió y le arrebató la pelota del guante.
La interferencia generó polémica en el estadio y resultó en la expulsión del fanático, que vestía un jersey gris de los Yankees.
La decisión de los árbitros de declarar out a Torres benefició a los Dodgers, quienes llevaban la delantera 2-0 gracias a un jonrón de dos carreras de Freddie Freeman al inicio del partido.
Este incidente no es el primero de la serie; en el juego inicial, otro fanático en el Dodger Stadium intervino en un turno de Torres al atrapar una pelota elevada, lo que se convirtió en un doble controvertido.
Ambos sucesos han elevado las tensiones entre los seguidores de los Dodgers y los Yankees, quienes están siguiendo cada jugada con intensidad.
Los Dodgers, a solo una victoria de ganar su segundo título en cinco años, buscan coronarse campeones en medio de una serie llena de momentos críticos.
La seguridad en los estadios se ha puesto en la mira, con la expectativa de que se refuercen las medidas para prevenir futuras interferencias que puedan impactar el desarrollo del juego en instancias tan importantes.