Celi se quedó en la Contraloría con el auxilio de la fuerza pública y la santificación del Consejo de Participación Ciudadana del Trujillato.
El jurista Jorge Acosta manifestó la necesidad de que el fiscal subrogante Wilson Toainga dé inicio a un acto urgente para periciar el 100% del teléfono celular de Pablo Celi, luego de que el excontrarlor alertó de unos chats con Diana Salazar donde existen pedidos específicos.
“Estamos confirmando las sospechas que teníamos los ciudadanos desde hace tiempo sobre la relación dañina entre los personajes encargados de manejar las instituciones”.
Indicó que no sorprende lo afirmado por Celi, pues tampoco se puede olvidar cómo se tomó la Contraloría por medio de la fuerza pública y la santificación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio del Trujillato.
“Se dice que aceptaba dádivas a cambio de informes en uno u otro sentido. Ahora enojados los compadres empiezan a decirse las verdades”.
Enfatizó que no se trata de hacer la desmaterialización de la información, sino una extracción por medio de un perito que se designa mediante sorteo, para que actúe en los laboratorios de criminalística y ponga por escrito lo que debe hacerse.
Reiteró que todo es consecuencia de la desinstitucionalización del CPCCS-T, pues para lo único que han servido es para favorecer a sus cercanos y perseguir a los contradictores políticos.
“El famoso juicio de Sobornos es un mamotreto que nadie ha logrado tragarse, nos meten una sentencia de influjo psíquico”.
Acosta puntualizó que Celi debería enfrentar otra indagación para sancionar la forma en la que se apoderó de la Contraloría: “Se están demorando demasiado, yo creería que ahí si hay acuerdos para no perseguirle a cambio de informes bondadosos”.