El 14 de octubre retomarían sus actividades
El gobierno británico anunció que el Parlamento suspenderá sus sesiones a partir de la noche del 09 de septiembre hasta el 14 de octubre, a contrapelo de la crisis política que enfrenta a ambos poderes del Estado por el Brexit.
La decisión, confirmada este lunes por un vocero de la oficina del primer ministro Boris Johnson, desató una ola de críticas en la Cámara de los Comunes, cuya última actividad antes de cerrar sus puertas por cinco semanas será votar una moción presentada por el Ejecutivo para adelantar las elecciones.
Se prevé que la propuesta, que ya fue rechazada el miércoles pasado, tampoco alcance esta vez los dos tercios de los votos necesarios -434 de 650 posibles- para ser debatida.
Para el líder laborista, Jeremy Corbyn, cuyo partido encabeza la oposición parlamentaria es una ‘vergüenza’ que Johnson haya decretado el cierre del Palacio de Westminster en momentos en que todavía no hay nada decidido sobre la controvertida salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE).
El Parlamento debe estar sesionando para pedir cuentas al Gobierno, pero parece que el Primer Ministro quiere evitar las preguntas, afirmó.
Interrogado sobre el rechazo de la oposición a celebrar comicios anticipados, Corbyn reiteró su deseo de ir a las urnas, pero solo después que la posibilidad de un Brexit sin acuerdo respaldada por gobernante conservador haya quedado totalmente descartada.
Los temores del líder opositor obedecen a las amenazas de Johnson de saltarse una ley aprobada la semana pasada en la Cámara de los Comunes para obligarlo a solicitar una prórroga del Brexit más allá del 31 de octubre, a menos que consiga firmar un nuevo acuerdo de retirada con la UE.
La legislación, que contó con el apoyo de 21 diputados conservadores, tiene como objetivo evitar que el Ejecutivo saque al país del bloque a finales de octubre de forma abrupta, pero el Primer Ministro declaró que ‘prefiere estar muerto en una zanja’ antes de pedir una nueva extensión.
Johnson, quien este lunes se reunió en Dublin con su colega Leo Varadkar, dice confiar en poder renegociar el pacto de salida durante la cumbre del Consejo Europea prevista para los días 17 y 18 de octubre en Bruselas.
El Reino Unido debió salir de la alianza europea el 31 de marzo pasado, después que el 52 por ciento de los británicos votó a favor del Brexit en el referendo de junio de 2016.
La negativa del Parlamento británico a respaldar el tratado de retirada firmado la entonces primera ministra Theresa May obligó a posponer la salida, primero para abril pasado, y luego para octubre próximo.
El principal obstáculo es una salvaguarda introducida por la UE para evitar el establecimiento de una frontera dura entre Irlanda y la provincia de Irlanda del Norte, y que obligaría a ese territorio británico a seguir bajo las normas comerciales y aduanales europeas hasta que las partes firmen un nuevo acuerdo.
Aunque la alianza asegura que se trata de una medida temporal, los euroescépticos dentro del Reino Unido alegan que el llamado backstop constituye una afrenta a la soberanía británica.
Prensa Latina