Editorial de Radio Pichincha
Parece exagerado, pero no. Y no es la primera vez. Se ha vuelto una costumbre y parecería que con eso reafirma todo lo contrario que criticaba y juraba nunca hacerlo.
Lo confesó alguien que está señalado de misógino y poco entendido en temas de seguridad, la misma persona que organizaba la recogida de firmas para revocar el mandato de Rafael Correa, bajo el argumento de que el poder no puede violentar la Constitución y que el autoritarismo no tiene cabida en democracia. Ese personaje es nada más y nada menos que Diego Ordóñez.
Pues sí, Guillermo Lasso ha ordenado a sus ministros no rendir cuentas a la Asamblea Nacional. Si eso no es autoritarismo, una falta de respeto a la institucionalidad y un acto de suma arrogancia, entonces qué otra cosa más puede ser…
ESO ES UN DESACATO CONSTITUCIONAL QUE EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO TIENE SANCIONES DEMOCRÁTICAS Y CONSTITUCIONALES…
Y por cierto, una resolución de la Asamblea Nacional, por 120 votos de 137 de sus integrantes, le ha pedido que rinda cuentas, que haga algo más que posar para las fotos y actuar decididamente en la lucha contra el crimen organizado y la violencia criminal que nos agobia y atemoriza todos los días.
Nadie piensa que de esa resolución el actual Primer Mandatario (que no es una ironía) tome nota, haga conciencia y modifique su comportamiento político. Todo lo contrario. Su empecinamiento está dado desde una conducta y un carácter político que ya da cuenta de síntomas graves de autoritarismo mojigato.
Un demócrata o un mandatario apegado al republicanismo y al liberalismo más ortodoxo jamás haría lo que Lasso con sus ministros. Porque todo indica que con esto sienta un precedente: cualquier cosa que decida la Asamblea será ignorado por quien debe velar por el cumplimiento de la Constitución. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, la Asamblea, primer poder del Estado, decide optar por la Muerte Cruzada? Seguro, no la acatará y dirá que es una farsa, entre lo más decente.
Pero todo indica que estamos en el peor de los mundos posibles…
Y tan es así, que todo lo que parecía un cuento de hadas, con un final supuestamente feliz, el de este fin de semana, como decíamos ayer, con aplauso mediático, terminó anoche y continuará los siguientes días: 5 muertos en la cárcel de El Inca, con heridos que llegarían a una decena, oficialmente. Pero valga la aclaración: NO QUEREMOS MÁS MUERTOS, NO MÁS MOTINES, QUEREMOS PAZ Y CONVIVENCIA PACÍFICA.
Por si acaso. Pero eso no depende de nosotros, SOLO ES TAREA DEL GOBIERNO. Guillermo Lasso y sus ministros dirigen la seguridad y a ellos, solo a ellos, les corresponde actuar. No le pidan a la prensa verdaderamente independiente y libre, tampoco a las organizaciones de defensa de los DDHH ni a la oposición política que hagan lo que le toca a Lasso. PUNTO