El primer ministro japonés, Shinzo Abe, anunció en el día de la fecha que disolverá la Cámara Baja del Parlamento este jueves. Argumentó que el pueblo lo eligió hace cinco años para llevar adelante una “reforma económica” y el Parlamento se lo impide.
Esta medida obliga a que haya elecciones anticipadas para octubre para volver a conformar el Congreso y Abe tiene la esperanza de obtener un bloque de diputados que le permita “garantizar el crecimiento”.
El mandatario nipón está convencido que es a través del desarrollo armamentístico que el país florecerá económicamente y se ha convertido en un fuerte aliado de los planes bélicos de Donald Trump en la región para frenar a China, utilizando a Corea del Norte como excusa.
De obtener una victoria en los comicios del 22 de octubre, Abe comenzaría su tercer mandato consecutivo, para el que promete un fuerte aumento del IVA para crear un plan de estímulo económico.
El discurso nacionalista de Abe lo perfila como el preferido para las elecciones, frente a los lanzamientos de misiles norcoreanos, que revive fantasmas del pasado en la sociedad japonesa. “Soy consciente de que van a ser unas elecciones difíciles, pero en esta situación en que nos amenaza Corea del Norte, quiero cumplir mi responsabilidad como líder del país”, dijo.