Resaltó la cercanía del régimen ecuatoriano con Gran Bretaña y Estados Unidos, este último además es el único que sostiene a Lasso en el poder y por tanto Ecuador debe responder a sus intereses.
Kintto Lucas, exvicecanciller de la República, no descartó que el Gobierno de Guillermo Lasso haya armado y premeditado un show sobre el asilo y salida de la exministra María de los Ángeles Duarte, debido a la incomodidad que siente sobre contenido político e ideológico que tiene Argentina, incluso por la cercanía de ese régimen con Rafael Correa.
Kintto Lucas resaltó que el régimen ecuatoriano tiene un vínculo profundo con Gran Bretaña y el mismo Estados Unidos, este último además es el único que sostiene a Lasso en el poder y por tanto Ecuador debe responder a sus intereses.
Lucas argumentó su tesis, indicando que en Argentina se vienen las elecciones en medio de la persecución interna contra la vicepresidenta Cristina Fernández. Eso demostraría la intención de sacar a un gobierno progresista del poder, a ello se suma la disputa global que existe por las Islas Malvinas.
“Cuando vino al país el subsecretario de Malvinas para pedir reunión con el Canciller u otra autoridad, le pusieron un funcionario de tercera y cuarta categoría, eso ya mostraba una animadversión contra la República Argentina”.
Aclaró que Duarte no podía fugarse de la embajada argentina en Ecuador, pues era una persona con libertad para irse cuando quisiera, ya que no estaba retenida por el país gobernado por Alberto Fernández, sino que únicamente se le había aceptado su condición de asilada. Pero de ahí no era responsabilidad de la diplomacia custodiarla o impedirle salir.
“Ecuador debía poner los custodios o policías que creyera necesario, si salió es porque nadie le impidió hacerlo, desde dentro nadie le podía impedir salir porque no estaba presa”.
El exvicecanciller aseguró que nunca vio un patrullero fuera de la embajada las veces que pasó por el sector. De ahí que calificó como una falta de respeto que Lasso haya llamado la atención del presidente Fernández mediante un mensaje de Twitter, cuando se trata de una relación diplomática, comercial y política, y pese a ello Fernández le respondió con altura mediante una carta.