Editorial de Radio Pichincha
La mayor pedagogía para los misóginos, para quienes ejercen la violencia política contra las mujeres, como ocurrió en el debate del domingo pasado y también para aquellos que creen que llegar a un cargo público ofendiendo a las adversarias, será la derrota en las urnas. No hay otro camino.
En varios espacios y localidades del Ecuador se han revelado en su más profunda convicción machista esos candidatos que no tienen otra cosa que ofrecer (pensar sería pedirles demasiado) que acabar con las instituciones, con los proyectos y con las obras. Tal cual Guillermo Lasso con Yachay, con la salud, la seguridad, las cárceles, las escuelas y colegios, las carreteras y todo aquello que fue construido en otros gobiernos, ahora hay candidatos fascistas y mediocres que desean acabarlo todo.
Incluso hay uno que otro por ahí que disfrazándose de Zelensky -ese fascista que tiene sumido a Ucrania en una guerra oprobiosa- cree que puede solventar su falta de ideas atacando a periodistas y personas con dignidad y reconocimiento ciudadano. Y con eso, supone, además, que puede recibir votos. Pero bueno, son tiempos de campaña donde no solo hay ciertos payasos y ciertos fantoches animados por celebrar su “cuarto de hora” y como ya pasó, después quedarán en el olvido.
¿Qué no han hecho algunos candidatos para llamar la atención? ¿Han recurrido a celebrar su condición de dipsómanos? ¿Apelan a que no saben de administración y quieren dirigir un gobierno local? ¿No se han dado cuenta que se lanzan a la política y se declaran APOLÍTICOS? ¿Cómo se les puede creer a tantos otros que dicen tener principios y siendo de derecha o defensores de la muerte de los animales participan por partidos de alquiler que defienden la vida, la naturaleza y hasta reniegan del neoliberalismo?
Lastimosamente podemos concluir algo que el vulgo repite estos tiempos: “Eso da la tierra”. Es decir, tenemos lo que han construido ciertos medios y acogen determinados partidos u organizaciones con el afán de recaudar plata para después cobrarse en el cargo, si llegan a ganar las elecciones.
Lo que si deben tener claro las entidades de control electoral, las llamadas ONG defensoras de los derechos de las mujeres y de los valores democráticos es que NO SE PUEDE SEGUIR ACEPTANDO ATAQUES DE MISÓGINOS Y MACHISTAS contra candidatas, periodistas, analistas y personas en general que, en muchos casos, hacen su trabajo y se ven obligadas a tratar con estos energúmenos, porque están en la palestra pública y nada más.
Ya hubo ataques a las mujeres desde los Pelagatos, los Hijos Bobos y esa mafia mediática bien anclada al poder. ¿O ya nos olvidamos los comportamientos de un tal Diego Ordóñez o un Villavicencio? ¿Esos son los ejemplos a los que ahora quieren imitar para ganar espacio en la opinión pública?
Esta emisora, nuestros equipos de periodistas y productores, además del personal administrativo, tiene muy claro su trabajo profesional y con toda la transparencia seguiremos en nuestra tarea de servicio a la comunidad y defendiendo la Constitución y las leyes de la República. Hemos soportado por más de tres años un acoso y hostigamiento, que incluye difamaciones, fake news y hasta un pertinaz ataque a nuestras redes sociales y página web. Nos cerraron por dos ocasiones y hemos ganado todos los juicios que se inventaron para impedir nuestra existencia. Han puesto demandas y han solicitado auditorias y aquí estamos sin ninguna mancha ni ninguna observación. Pero entendemos que estamos en campaña electoral y la bajeza política y la misoginia serán las armas rastreras que el pueblo en las urnas sabrá castigar. PUNTO