Al menos 500 trabajadores fueron despedidos y en otros casos se redujo sueldos a periodistas
LOS PERIODISTAS
La crisis económica generada por la pandemia del Covid-19 también golpea duramente al periodismo ecuatoriano.
No solo han perdido la vida al menos 10 profesionales de la comunicación. Cientos de trabajadores de medios impresos, emisoras y canales de televisión fueron despedidos en los últimos días.
El caso más grande fue el de Diario El Universo, en donde se desvinculó a 200 empleados entre periodistas, fotógrafos, diseñadores, técnicos, conductores y personal administrativo.
Sus directivos justificaron los despidos por la crisis sanitaria y la afectación que han tenido los medios impresos por las plataformas digitales que cada vez acaparan más la información y la publicidad.
Diario La Hora notificó la terminación de la relación laboral a más de 100 empleados de la edición nacional y de las regionales de Cotopaxi-Tungurahua, Imbabura-Carchi, Esmeraldas, Loja-Zamora y Los Ríos.
El medio se acogió al artículo 169, numeral 6 del Código de Trabajo, referente a la terminación de contrato por caso fortuito o fuerza mayor, lo que se utilizaría para evitar el pago de indemnizaciones a sus exempleados, como lo han hecho otras empresas.
Según la Hora, la producción y distribución de ejemplares se paralizó por la suspensión del transporte y el toque de queda y, además, por resguardar la salud de sus trabajadores.
Diario El Comercio, Últimas Noticias y Líderes, que pertenecen al mismo grupo, despidieron a 80 trabajadores de diferentes áreas, mientras que a los empleados que aún quedan les redujeron sus sueldos en un 25%.
Un caso particular y dramático es el de Canal Uno, en donde fueron despedidos 19 periodistas, camarógrafos y asistentes. Fueron notificados telefónicamente y al siguiente día les impidieron el ingreso a la empresa.
Lo grave es que el canal adeudaba seis meses de sueldo y los décimos del año pasado, según reveló Orlando Mena, quien laboró durante varios años como camarógrafo.
Mena cuenta que junto con su esposa han sobrevivido estos meses con los escasos recursos que les quedaba. Su desesperación lo llevó a pedir ayuda para alimentos y medicinas, a través de redes sociales.
Antes de la crisis sanitaria, Canal Uno despidió en diciembre pasado a otro grupo de trabajadores, a los cuales aún no les cancela su liquidación.
Además, el medio adeuda al Seguro Social más de USD 3 millones, pese a que ha venido reteniendo los aportes y créditos a los empleados, lo que constituye un delito, de acuerdo al artículo 242 del Código Penal.
La Fiscalía inició una indagación previa por la retención ilegal de aportaciones y llamó a declarar, por tres ocasiones, a los directivos del medio, entre ellos Marcel Rivas. Sin embargo, no acudieron a ninguno de los llamados.
El abogado laboral, Guillermo Trávez, considera que la justicia debe actuar diligentemente en este caso. La certificación del Seguro Social por la retención ilegal de portes, es una prueba suficiente para tomar acciones, señala.
Los exempleados de Canal Uno también han presentado denuncias en el Ministerio de Trabajo, pero tampoco hay resultados.
El Defensor del Pueblo, Freddy Carrión, anunció que ha empezado a recibir denuncias de trabajadores despedidos, especialmente de Canal Uno y Diario La Hora, para realizar las gestiones pertinentes para que se respeten los derechos laborales.
A su criterio, muchos despidos son injustificados e intempestivos, por lo que hizo un llamado a los empleadores a negociar acuerdos para no perjudicar a quienes se quedaron sin empleo.
La Unión Nacional de Periodistas pidió al Ministerio de Trabajo para que, a través de inspectores, se verifique el cumplimiento de las obligaciones patronales y demás derechos laborales.
La situación económica en los medios de comunicación es crítica y se agravaría en las próximas semanas, al igual que en otros sectores.
La publicidad cayó vertiginosamente en el último mes, según fuentes de departamentos de comercialización de varios medios consultados.
En televisión se redujo entre un 30% y 40%, mientras que en la prensa escrita los anuncios publicitarios disminuyeron hasta un 80%.
Los periódicos tienen doble afectación. A más de la caída de la publicidad, los ejemplares no pueden circular en las calles, en las cantidades normales, debido a la cuarentena. Por esa razón los medios redujeron la impresión de su tiraje hasta un 70%.
César Ricaurte, Director de Fundamedios, calificó a los despidos de periodistas como una severa afectación a la libertad de expresión, por lo que solicitó al Gobierno tomar las medidas necesarias para evitar más desvinculaciones y el cierre de medios de comunicación.
De no tomarse acciones, El Ecuador podría ser uno de los países más golpeados por la desaparición de medios, especialmente impresos, según Ricaurte.
A los despidos en medios privados, se suma el cierre de los medios públicos, anunciado por el Gobierno, en donde laboran unas 600 personas, en diversas áreas. Semanas atrás, fueron cancelados otros 300 empleados de Diario El Telégrafo, Ecuador TV y Radio Pública.
Los profesionales de la comunicación, que aún no han sido desvinculados, continúan laborando en medio de un clima de incertidumbre, sin saber cuándo habrá nuevos recortes de personal.