Editorial de Radio Pichincha
Primero:
El Ministerio de Defensa y el Ministerio del Interior apelan la decisión de la jueza Tanya Loor, quien declaró la desaparición forzada de Ismael, Josué, Steven y Nehemías y una serie de vulneraciones a derechos constitucionales. Y, con ello, echan por tierra toda posibilidad de una investigación transparente, independiente y en el marco de una justicia proba.
A esto se suma una campaña muy cochina, puerca y perversa de desinformación, difamación y hasta una despiadada conducta racista desde esos aparatos que replican lo supuestamente bueno del Gobierno actual y de ese relato donde lo único que cuenta es el “prestigio” de unas instituciones antes que las vidas de cuatro niños o de los desaparecidos, de los ejecutados extrajudicialmente y también de los detenidos injustamente o de aquellos que fueron torturados.
Segundo:
El Ministro de Defensa se tomó casi una semana para públicamente lamentar el crimen de los 4 niños de Las Malvinas, solidarizarse con sus familias y ofrecer disculpas. Pero, Gian Carlo Loffredo, calificó como absurda e injusta la decisión de la jueza constitucional, Tanya Loor, quien declaró como desaparición forzada esos niños.
Y, con el mayor descaro, aseguró que la decisión (OJO LA DECISIÓN DE UNA JUEZA) respondió a intereses políticos y calificó la sentencia como una “injusticia en contra de las Fuerzas Armadas cometida por una jueza en materia constitucional”.
ASÍ COMO LO OYEN Y LEEN: El mismo ministro que dijo en primera instancia los chicos habían sido asesinados por un grupo criminal y que eran delincuentes ahora, como si fuese un JUEZ SUPREMO, califica las sentencias, amenaza a una jueza y, por si fuera poco, descartó la participación «directa o indirecta» de las Fuerzas Armadas en «algún acto de desaparición forzada».
Y como ya lo dijo él, entonces ya está todo dicho.
¿Entonces dónde queda la justicia y la investigación fiscal? ¿Seremos testigos de una nueva intromisión como hicieron con la jueza que restituyó en sus funciones a la vicepresidenta Verónica Abad, la misma que denunció que desde la Presidencia le presionaban para redactar una sentencia como la pedía el Presidente de la República?
Tercero:
Si ayer nos preguntábamos para qué sirve la Constitución, hoy tendríamos que preguntarnos para qué sirve el ministro Loffredo. Y la respuesta podría ser: para limpiarse con la Constitución, las Leyes y la Justicia.
Pero, sobre todo, no hay que olvidar el INMENSO DOLOR DE LAS FAMILIAS DE CUATRO NIÑOS DETENIDOS, TORTURADOS, ASESINADOS, INCINERADOS Y LUEGO DESAPARECIDOS. PUNTO