Editorial de Radio Pichincha
¡Qué día el de ayer para Guillermo Lasso Mendoza! No pudo ser peor, sólo faltó que se contagiara de leptospirosis y lo tenía completo.
Para emular a Jack El Destripador, “vayamos por partes”:
1.- Su policía secreta ni se dio cuenta que la exministra María de los Ángeles Duarte se les fue a Caracas, dejando la residencia del embajador argentino y para lavarse y limpiarse de culpas ahora responsabiliza al gobierno de Alberto Fernández. El canciller Juan Carlos Holguín demostró que de diplomacia sabe poco o casi nada.
2.- El Pleno de la Asamblea Nacional, por unanimidad, resolvió levantar la reserva de la información que, sin motivo alguno, permanecía bajo esa condición sobre la bitácora de ingresos a Carondelet y sobre las empresas vinculadas a sus allegados y cercanos colaboradores en el gobierno y en el Banco Guayaquil. ¿Ahora ya tendremos más elementos informativos y argumentales para entender el entramado de corrupción del cual hace parte el proceso de juicio político? Seguramente sí, pero no basta, todavía faltan algunos elementos.
3.- Y, por si fuera poco, ayer se revelaron nuevos audios donde queda en claro el modo en que se evitó continuar con la investigación policial sobre las posibles vinculaciones de parientes, amigos y funcionarios de Lasso con la Mafia Albanesa. Y esto, que no es pelo de cochino, de sí deja muy mal parado al Presidente, a la cúpula policial y a un conjunto de actores políticos y mediáticos que han intentado, por todos los medios posibles, de desvirtuar algo que “se caía ya de maduro”.
De todo esto no se quiere hacer cargo el mismísimo Lasso y su aparato político. Y, por el contrario, muy propio del que lanza la piedra y esconde la mano, ahora se ha desmontado el relato político gobiernista que acusó de narcos a todos los opositores.
A todo esto, se suma una encuesta de Clima Social donde la ciudadanía se ha expresado: un 66% desea elecciones adelantadas y el mismo porcentaje está de acuerdo que la Asamblea enjuicie al Presidente. Ya no se trata solo de un asunto de los “políticos” sino que la ciudadanía entiende que la causa de los problemas de fondo, con la seguridad, el crimen organizado y la violencia cruda, es responsabilidad del gobierno y de su primer funcionario. Eso no solo es de sentido común, ya es de sobrevivencia colectiva y de salvación nacional.
Por lo mismo, hay dos alternativas, discutidas entre la llamada opinión pública:
1.- Lasso renuncia y sale de esto con menos manchas y ayuda a la democracia para que sea por la vía menos inesperada.
2.- Lasso se somete a juicio político, por propia voluntad, para tener en el estrado la ocasión de defenderse, descargar las acusaciones y, como cualquier juicio, que sea el procesamiento sensato y transparente quien dicte sentencia.
PUNTO.